«A los jóvenes les gusta bailar, pero no la responsabilidad y el trabajo de ensayar»

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CEE

SANTI GARRIDO

FOTOS CON HISTORIA | Terra de Sena de Cee lleva 33 ediciones con el Día da Muiñeira, pero la asociación cultural va mucho más allá de la cita del baile

14 abr 2019 . Actualizado a las 22:04 h.

La foto. 1 de mayo de 1991. Era 1 de mayo y, por tanto, Día da Muiñeira en Cee, una fecha inamovible que, dentro de pocas semanas, llegará a su edición número 33. En los primeros años se celebraba en la Alameda, que es donde está tomada la foto de la derecha. Delante de otro clásico de Cee, el cine España. Un lustro después de esta imagen, Casto Martín Giménez Carballal, que fue el último empresario de la sala, relataba su historia en La Voz. Estaba cerrada desde hacía más de un decenio. No le dio tiempo a ver pasar por delante estos vistosos desfiles de grupos tradicionales, especialmente el anfitrión, Terra de Sena.

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Los protagonistas. Presidentas y bailarines. No hay un protagonista, ni dos, ni cinco del Día da Muiñeira de Cee, sino centenares en sus más de 30 años de vida. Los únicos cambios han sido de emplazamiento: de la Alameda a la plaza del mercado o Concello, ahora 8 de Marzo, y desde luego al polideportivo, adonde algunas veces hubo que llegar más corriendo que bailando cuando aparecía la lluvia por sorpresa, o ya directamente si no había más remedio. Las bailarinas que desfilan son de Cee, del grupo anfitrión, pero es inexacto referirse solo a bailarinas aunque la mayor parte sean mujeres. Había algún varón, y entre ellos, en el medio del grupo, va un joven Toño Casais.

La historia

Quedan apenas dos semanas para que, en la plaza central de Cee, la denominada 8 de Marzo, se celebra una nueva edición del Día da Muiñeira, una de esas citas culturales fundamentales de la Costa da Morte desde hace 33 años, que combina exhibición con concurso de baile, en el que participan centenares de bailarines de toda la comarca, parte de la provincia coruñesa, y en numerosas ocasiones también de alguna otra. Una cita que dignifica y exhibe el valor de la danza tradicional, cristalizando en este multitudinario acto, que es un reflejo de lo que se hace durante todo el año. Y ya se puede decir que generación tras generación.

Ayer, cuatro de las cinco presidentas que tuvo Terra de Sena recordaron esos tiempos en la Alameda, donde todo empezó. Solo faltó la primera, Marcela Piñeiro. Le siguieron Manola Domínguez Trillo, Dora Louzán Tomé, Mercedes Pose Borrazás y la actual responsable, Bety Louzán Abelleira. Bety es un buen ejemplo de dedicación máxima a la entidad, como bailarina desde 1987. Ha crecido con ella, y ahora es además la responsable. Por eso puede hablar de los cambios que ha habido estos años. Uno de los más llamativos es el descenso en el número de alumnos de baile. No es un tema exclusivo de Cee: con honrosas excepciones, pasa en la mayoría de lugares. Aquí al menos el grupo no desaparece. «A los jóvenes sí les gusta bailar, pero no la responsabilidad y el trabajo de ensayar, de tener ocupados los fines de semana», señala la presidenta, y asienten sus antecesoras o colaboradoras. Esa es otra: el trabajo de todos cuanto ayudan en organizar, preparar, montar... es esencial.

Presencia masculina

Si ahora hay pocos chicos, antes aún había menos. Uno de ellos fue el actor Toño Casais. Y no poco tiempo, precisamente: de los 9 a los 20 años. Recuerda que «o máis tedioso era ensaiar como tal, pero logo compensaba o de poder actuar por aí. Daquela había moitos grupos, rivalidades...». Había tanta relación que hasta se formaban parejas. Y amistades, pero eso siempre.

El nombre de Terra de Sena lo sugirió Baldomero Cores, el jurista, historiador y gran cronista de Cee, además de padrino en la creación de la asociación.

Terra de Sena tiene y tuvo muchas más actividades que el baile y la música tradicional, desde el palillo al bordado, de la pintura al yoga. Durante un tiempo, la Semana Cultural de Terra de Sena era una fecha clave en la programación local, con actividades, presentaciones, exposiciones... Hubo hasta comparsa, con entre 55 y 60 personas. Los primeros cines al aire libre en la Alameda. Muchas historias en muchos años ya de trabajo.

Aunque puede decirse que la muiñeira es su seña de identidad, sobre todo visto desde fuera de Cee. El 1 de mayo se escogió casi por azar, una fecha cómoda, un día festivo para reunir al mayor número posible de participantes y asistentes. Y así quedó hasta hoy.