El BNG le pide a la Xunta que intervenga ya para frenar la pérdida de industria. La CGT ve una «burla e provocación» y ante ella hay que «darse a respectar»
06 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.La plantilla de Cee-Dumbría y las centrales hidroeléctricas ya no firmó el Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) aprobado en Madrid con la rúbrica de los sindicatos estatales, porque de la zona solo estaba la CIG y se posicionó en contra, y ahora, en la parte de la negociación que hay que llevar a cabo en los centros de trabajo, también está chocando con las pretensiones de la compañía.
Este lunes se produjo la primera reunión del comité con los representantes de la empresa y se evidenciaron las distancias. Los trabajadores no están de acuerdo con los calendarios presentados y plantean muchas dudas respecto a las fórmulas por las que se va aplicar la movilidad laboral, entre centros, pero que también se puede dar entre puestos de trabajo. También rechazan que queden fuera del expediente el director de las fábricas, el jefe de producción, su adjunto y la jefa de recursos humanos, aunque en lo que aseguran desde el comité que van a estar más vigilantes es en que se cumpla con todas las medidas de seguridad. Piden que la afectación se reparta de manera equitativa, pero, sobre todo, van a exigir que las personas que sean trasladas de funciones cumplan con toda la formación que es necesaria en materia de seguridad.
Entre tanto, el BNG va a llevar la situación de Ferroatlántica al próximo pleno del Parlamento gallego. Los nacionalistas quieren saber que está haciendo la Xunta, si tiene abierta alguna mesa de negociación con el grupo Villar Mir y si está dispuesta a analizar la reversión de las concesiones públicas ante los ajustes que en materia de empleo está llevando a cabo la compañía integrada en la multinacional Ferroglobe. Reclaman «a intermediación por parte das Administracións para evitar que o modelo de industria colonial que se ten aplicado, sumado ao irracional sistema de xestión eléctrica, supoñan novas perdas en materia de emprego e tecido industrial». Quieren, además, que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, se pronuncie sobre la valoración que hace del actual sistema de interrumpibilidad y sobre los costes energéticos que sufren este tipo de empresas «nun país produtor neto de electricidade». También le preguntan si considera que este ERTE es compatible con la explotación de los recursos naturales de la mina de Serrabal y los embalses del Xallas.
La CGT ve una «burla e provocación» y ante ella hay que «darse a respectar»
El sindicato CGT en el que están ahora varios de ex de CC.OO y UGT, siempre ha defendido el diálogo y el «intentar arranxar as cousas de maneira civilizada e negociada», hasta el punto de que sus miembros fueron acusados de connivencia con la empresa y servilismo absoluto. Sin embargo, ahora tal como explican en una carta abierta a los compañeros, creen que la puesta en marcha de los cinco hornos en Boo (Cantabria) al día siguiente de firmar el ERTE, no se puede explicar más que como «unha burla e unha provocación» con una actitud «chulesca» por parte de la empresa. «Polo tanto, teremos que darnos a respectar, se non seremos as ovellas do grupo e xa sabemos onde acaban. Queren amedrentarnos e infravalorarnos, pero non o van conseguir. Temos o mellor centro do grupo con diferenza e temos que darnos a valer», dicen.