La mítica lancha Ara Solis lleva 14 años olvidada en un astillero de Cee

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CEE

SANTI GARRIDO

Construida en Bilbao en 1979, fue toda una leyenda entre los marineros

19 sep 2018 . Actualizado a las 07:48 h.

A los más jóvenes ya ni les sonará, pero durante casi un cuarto de siglo la lancha de Salvamento Ara Solis de Fisterra fue toda una leyenda entre los marineros. Construida en Bilbao en 1979, estuvo en manos de la Cruz Roja, y estaba siempre disponible para salir ante cualquier emergencia. La patroneaban tres veteranos marinos de la localidad, y asistían como marineros desde los voluntarios de la oenegé hasta quienes hacían el servicio militar en la base fisterrana. Acudió a centenares de incidentes, desde los más pequeños como podía ser el remolque de un yate que se había quedado averiado, hasta auténticas tragedias como la del Cason, en diciembre de 1987.

Pero un día de finales del 2001 le llegó el anuncio de la jubilación. Seguiría igualmente en el puerto fisterrán, pero como ya habían enviado una lancha sustituta, la Ara Solis estaba inactiva y se deterioraba progresivamente. Eso dio lugar a diversas propuestas para su recuperación, pero no para navegar, sino para dejarla en un lugar bien visible como manera de reconocer el trabajo prestado. Tal vez en una rotonda, o un espacio público.

No ocurrió tal cosa. El ya cerrado astillero Sicar, de Brens, Cee, se la compró a Sasemar por un precio simbólico a principios del 2004, a través la fundación Castro Rial, la titular del museo marítimo de Corcubión que en su momento gestionó Neria. No era mal lugar, pero se colocó, el 24 de marzo de ese año, justo al otro lado de la ría, en Brens, en principio para acondicionar. Y ahí se quedó, hasta hoy. Visible solo de manera directa para quienes navegan por la ría. A los habituales marineros hay que sumar ahora los cada vez más visitantes que usan los nuevos barcos de uso turístico. Tampoco es que sea un mal lugar, pero desde luego no es aquel que se pensaba en un primer momento para darle más relieve y que tuviese visitas cada día. Aquí está inaccesible y olvidada.

Son muchos los fisterráns que podrían contar sus andanzas en la lancha, no precisamente pequeña, de 17 metros, casco de acero y estructura de aluminio. Uno de ellos es el exalcalde, José Manuel Traba, que fue voluntario de la Cruz Roja entre 1986 y 1991, y navegó en ese tiempo decena de veces, incluidos los días del Cason. En el viaje de la tarde ayudó a traer un superviviente y un muerto. Incluso su padre formó parte de la tripulación muchas veces, como mecánico.

Traba recuerda muchas singladuras, incluida una de más de ocho horas desde A Coruña, donde había sido reparada, en medio de un fortísimo temporal. Llevaba el timón su tío Modesto, viejo lobo de mar, e infundía tranquilidad al afirmar que se dejaba llevar muy bien y que no daba problemas ni en el peor de los casos. Cree que es «unha mágoa» que esté abandonada, señala que se le intentó buscar emplazamientos (¡hubo quien propuso desguazarla!), pero que resultaba muy complicado por sus medidas.

El José Alberto de Laxe necesita un arreglo 

El antiguo barco pesquero José Alberto fue instalado en la zona del Cabo da Area de Laxe el 11 de abril del 2007, como un motivo ornamental. El tiempo no pasa en balde, y su estado actual no es nada bueno. Tanto, que hace ya un tiempo cedió el puente y la estructura inferior de la cubierta en la que se apoyaba. Sobre esta cuestión preguntó el PP en el último pleno. Desde el grupo de gobierno explicaron que están a la espera de que un herrero les construya una estructura para que pueda volver a aguantar del puente, que en los últimos meses ha estado en el suelo. Si no hay garantías de que eso pueda ser así, el futuro del barco en ese lugar no está garantizado. En el 2013, el casco también sirvió para que los astilleros Fibramar pudiesen utilizarlo como molde.