El contrato para redactarlo sale a licitación después de años de retrasos y parones
10 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El alcalde de Cee, Ramón Vigo, se presentó a las elecciones diciendo que si gobernaba llevaría el Plan Xeral de Ordenación Municipal, que había dejado prácticamente listo en su etapa anterior, a aprobación inicial nada más llegar. No lo hizo porque, según explica, por el camino cambió la legislación y lo que tenían hecho ya no les vale. Es más, hay que redactar un documento prácticamente nuevo. Aprovecha parte del trabajo realizado, pero la adaptación a las normas que rigen hoy día es muy diferente.
Con todo, después de varios años de parón, incluido todo el mandato del PP en el que no salió adelante a la espera del ya célebre e inverosímil proyecto del campo de golf, el Concello ha vuelto a sacar a licitación la redacción del documento. Se trata de un contrato en cuatro anualidades, por un total de 108.303 euros IVA incluido, que ahora deberán pagar con fondos propios, toda vez que la subvención de la Xunta se agotó sin que siquiera fuese llevado a aprobación inicial. Con todo, Vigo afirma que «ningún político pode negar que se trata dunha necesidade evidente, máis que nada pola inseguridade xurídica que crean as actuais normas subsidiarias».
De ahí que el tan comentado proyecto del golf, por el que pedían una contraprestación en obra pública y no recibieron ni siquiera respuesta, haya pasado a mejor vida. Si viene algún día y cumple con lo pretendido no le dirán que no, pero el regidor considera que no pueden seguir hipotecando cuestiones tan importantes para la localidad, por algo que nunca pasó de ser una promesa. De hecho, ya criticó repetidamente a su antecesora, Zaira Rodríguez, por no llevar el documento a aprobación inicial, dejando el golf a un lado.
Al margen de esta cuestión y que, en el mejor de los casos, el plan no será una realidad hasta el próximo mandato, la corporación ceense tiene otras patatas calientes que resolver. La más conocida y relevante a la hora de completar la configuración urbana de la capital municipal es darle una salida a todo el entorno de los antiguos astilleros Sicar. Zona que hoy ofrece un decadente aspecto postindustrial, con instalaciones abandonadas y viviendas poco menos que en ruinas. Aunque las posiciones son distintas, Vigo aboga por dedicar la zona costera a suelo dotacional y que se pueda urbanizar el resto.
Cabana llevará su documento a aprobación inicial el día 22
Más allá de Cee la lista de municipios sin un planeamiento urbanístico en condiciones, es decir aprobado y adaptado a las nuevas normativas es amplia: Vimianzo, Malpica, Cerceda... la mitad de los concellos de la zona, prácticamente. Algunos se lo toman más en serio y otros, o bien lo ven como secundario o demasiado complejo y poco rentable políticamente para meterse en eso.
Dentro de este grupo Cabana lleva algo de ventaja, porque después de la reunión de técnicos, gobierno y PSOE el jueves, el día 19 irá a comisión, y el 22, al pleno municipal para su aprobación inicial. Un trámite que ya han pasado en Fisterra, pero eso sí, hace más de un año y el asunto sigue bloqueado en la Xunta, sobre todo a cuenta de darle una solución a la recta de la Anchoa.
También Dumbría hizo un nuevo intento el año pasado, pero aquí el principal caballo de batalla es la edificabilidad permitida y su tipología en la capital municipal, que no cuadra entre lo que pretende el Concello y lo que permite la Xunta.
En Corcubión, con el gobierno en minoría, falta acuerdo político, aunque el alcalde se comprometió hace solo unos meses a volver a intentarlo, mientras que su homólogo vimiancés, Manuel Antelo, muy criticado por ello desde los grupos opositores, prefiere, por falta de dinero sobre todo, recurrir a modificaciones puntuales.