La empresa que coja la piscina de Cee no tendrá que asumir las deudas de la anterior
CEE
La aprobación del concurso irá al pleno extraordinario del martes
15 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El informe elaborado por un grupo de profesores de Derecho Administrativo de la Fundación Universidade da Coruña, a petición del Concello de Cee, determina «de xeito rotundo», según informó ayer el alcalde, Ramón Vigo, que la empresa que resulte adjudicataria del contrato de gestión interesada para abrir la piscina municipal no tendrá que asumir las deudas de la anterior concesionaria. «A única obriga que hai e que xa era sabida é a de subrogar aos traballadores», señaló Vigo, que no entiende muy bien por qué había que pedir este informe, pero, en cualquier caso, adelanta que ahora el asunto irá ya al pleno extraordinario convocada para el martes con el objetivo inicial de aprobar las obras del Plan Único de la Deputación.
«Resulta chamativo que non se pedise [por parte de los grupos de la oposición] este informe co anterior prego cando as circunstancias eran as mesmas. Tamén que ningunha das empresas que se interesou polo contrato plantexase este tipo de incertidumes. Ou o daban por asumido, o cal me parece raro tendo en conta que se trata dun asunto importante ou xa o sabían», explicó el regidor, que ha dejado entrever en los últimos días su impresión de que los grupos de la oposición pidieron este informe o bien para detener el proceso y que no salga adelante o bien para evitar posicionarse de manera clara mediante el voto en el pleno.
En cualquier caso, a no ser que por el camino surja algún nuevo contratiempo -algo posible vistos los antecedentes que mantienen la piscina cerrada desde abril del año pasado- el martes los concejales tendrán que votar y, cuando menos abstenerse una buena parte de ellos para que el gobierno pueda sacar adelante el contrato. En principio, Vigo puede contar con el apoyo el concejal no adscrito Modesto Rivas y, con casi total seguridad, con el voto en contra del BNG, ya que Serxio Domínguez ha defendido por activa y por pasiva ir a una gestión directa, con control total por parte del Concello, al menos para ver realmente como funciona el servicio. Sin embargo se ha quedado solo en esa idea y la mayor parte de los informes técnicos tampoco veían con mucha claridad como sacarlo adelante por esa vía.
Ahora bien desde que el contrato salga a licitación quedan otros muchos pasos por recorrer. El fundamental ahora mismo es ejecutar las obras. La parte consignada con dinero municipal no debería tener problema, pero la que pagará la Deputación, aunque sea mínima a la hora de abrir, viene determinada por los plazos provinciales, con lo que quedan por delante varios meses de espera. Después queda por determinar de donde van a salir los 80.000 euros al año como máximo con los que se compensará a la empresa adjudicataria en caso de que tenga pérdidas. Parece evidente que eso supondrá recortes importantes en partidas ya no muy boyantes.