En el ambulatorio de Cee no hubo ayer calefacción entre las 8 a 12 de la mañana
02 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.En la sala de espera del centro de salud de Cee ayer todo el mundo llevaba el abrigo puesto. El Concello no encendió la calefacción hasta el mediodía y fueron complicadas las consultas o los trabamientos que exigían que el paciente se quitara la ropa. No es la primera vez que ocurre. De hecho, la Xerencia de Atención Primaria envió radiadores para las consultas para intentar paliar el problema, pero calentar un ambiente gélido lleva su tiempo.
El contencioso que mantienen el Sergas y el alcalde de Cee, Ramón Vigo, por el mantenimiento de las instalaciones sanitarias no es nuevo. El edificio se encuentra en muy malas condiciones. Hace casi dos años un enorme radiador cayó sobre una niña de 16 meses, mientras Xunta y Concello se culpaban mutuamente.
No es el único caso. En Baio y Zas los edificios que acogen los servicios médicos están en unas condiciones deplorables. El alcalde, Manuel Muíño, es uno de los muchos que reclaman que el Sergas se haga cargo de los gastos, que suelen ser enormes por el mal estado de las construcciones que, como en el caso de las Escuelas Agra Regueiro, debían ser soluciones provisionales que se han ido alargando en el tiempo. En este caso han sido los vecinos los que han hecho algunas mejoras para hacer más llevadera su visita al médico.
En Cerceda, la solicitud para que el Sergas se haga cargo del mantenimiento de las instalaciones es de hace varios años, pero no ha habido respuesta. El ambulatorio de A Silva, una obra del premiado arquitecto José Ramón Garitaonaindía se encuentra en un estado deplorable desde hace ya tiempo. Además, el Concello se hace cargo de pagar el sueldo de la persona que da las citas.
Goteras
En Laxe, los pacientes estuvieron más de dos años conviviendo con goteras, aunque las primeras quejas datan del 2005 y hasta el 2013 no se iniciaron los trabajos. El de Laxe, junto con el de A Laracha es un de los centros cuya titularidad ha asumido el Sergas este año, algo que desean todos los regidores, cansados de afrontar unos gastos que consideran que no les corresponden, puesto que se trata de un servicio que no es de competencia municipal.
Los regidores calculan que dedican unos 60.000 euros al año a realizar el mantenimiento de los centros de salud, una cifra que se incrementa en el caso de los edificios que se encuentran en peor situación, con graves problemas estructurales como ocurre con las instalaciones de Baio y Zas.
También en Malpica hay muchos problemas, aunque de otra índole. El acceso al centro sanitario es complicado, por calles estrechas y sin espacio para estacionamientos, lo que dificulta la llegada de los pacientes, sobre todo de los que tienen dificultades para moverse.
Para algunos alcaldes, como el de Ponteceso, pagar el mantenimiento que el ambulatorio necesita resulta muy oneroso dada la situación económica por la que atraviesa el Ayuntamiento.
En Fisterra, el Concello pintó el exterior para adecentar un edificio insuficiente
Si hay un caso complicado por lo que respecta a los centros de salud ese es el de Fisterra. El ambulatorio es demasiado pequeño para atender a los pacientes. Hace más de 10 años que los vecinos claman por un nuevo centro de salud que ha figurado varias veces en los presupuestos, pero que no ha salido adelante porque no hay un terreno adecuado. Además de que la sala de espera se satura rápidamente, hay humedad y el aspecto del local, así como su accesibilidad, son muy mejorables. Aunque no corresponde el mantenimiento al Concello, el gobierno local acometió mejoras como el pintado exterior «porque daba vergonza», explicó Kuka Sar, primer teniente de alcalde.
Tras asumir que la parcela del puerto era absolutamente inadecuada, a pesar de que incluso fue visitada por representantes de la Xunta, ahora el Concello tiene una alternativa viable que está atascada porque el PXOM se encuentra en la misma situación de bloqueo.
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