El servicio de diálisis en el Virxe da Xunqueira triplicará la atención

Juan Ventura Lado Alvela
J. V. Lado CEE / LA VOZ

CEE

MAICA SIMON

Trabajadores vaciaron esta semana el archivo para dar cabida a las instalaciones

02 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Todavía no es oficial, pero fuentes del Hospital Virxe da Xunqueira (HVX) de Cee dan por hecho que el servicio de hemodiálisis, del que tanto se ha hablado en los últimos meses, triplicará su capacidad de atención con las obras que se van a iniciar de manera inminente. De hecho, durante esta semana los trabajadores han estado vaciando el archivo, ubicado en la parte posterior del centro, en la zona por la que accede el personal, para darle cabida a las nuevas instalaciones. El archivo quedaría así reubicado en la actual área de admisión, aunque, hasta el momento, el Sergas no ha detallado los cambios, algo que podría producirse en los próximos días.

Los puestos de hemodiálisis, en los que se trata a pacientes con insuficiencia renal, pasarán según estas previsiones, de los cuatro actuales a 12. Dado que funcionan en doble turno de mañana y tarde lunes, miércoles y viernes, las instalaciones tendrán capacidad para atender a 24 enfermos, el triple de los que tienen cabida ahora, con lo que prácticamente quedarían cubiertas las necesidades de la zona. Esto permitirá mitigar las jornadas verdaderamente maratonianas a las que se enfrentan pacientes de la Costa da Morte y de la vecina comarca de Barbanza, que hasta la fecha pasan casi todo el día entre el tratamiento y los viajes en ambulancia o en vehículos particulares hasta los hospitales de Santiago y A Coruña. Una realidad que, como atestiguaron varios afectados hace solo unos meses, supone un verdadero trastorno a todos los niveles, ya que se trata de personas, en algunos casos de edad avanzada, que cuando salen de recibir el tratamiento para lo último que están es para un viaje largo por carretera que, en ocasiones, supera las tres horas.

Aún se puede doblar

El nuevo equipamiento ofrecerá también posibilidades de seguir ampliando el servicio en función de la demanda, puesto que todavía queda la opción, como ocurre en algunos hospitales de las ciudades, de doblar los turnos. Es decir, que se atienda también a los enfermos los martes, jueves y sábados, como reclamaban algunos profesionales y también grupos políticos. Además, está prevista la instalación de dos máquinas más, una para pacientes agudos y otra para aislados, con lo que en total serían 14, aunque las fuentes consultadas no supieron detallar si esta dotación se va a acometer ya ahora con las obras o en una fase posterior.

La concejala del PSOE de Cee, Margarita Lamela, que le puso voz política a estas demandas, primero desde el pleno y luego con el traslado de iniciativas parlamentarias a través del PSdeG, se congratulaba ayer por el resultado alcanzado. De hecho quiso agradecer la contribución de los propios pacientes afectados, que accedieron a contar públicamente sus casos para darle visibilidad al problema, y a los medios de comunicación locales, por la difusión.

La necesidad de la ampliación del servicio de diálisis, algo que venían reclamando colectivos como Alcer, alcanzó con esta visibilización un consenso absoluto en la localidad y en la zona de influencia del HVX. La demanda gozaba de total respaldo social y también lo logró entre los representantes políticos, hasta el punto de que el propio Sergas tuvo claro que esta reivindicación era de las primeras en atender.

La imagen. Hace 16 años. La unidad de hemodiálisis del HVX fue inaugurada en octubre del 2001 con el fallecido Rey Aneiros de director del centro y Hernández Cochón como conselleiro de Sanidade.

El Sergas sigue sin atender la demanda del Concello de Cee

Al margen de las reivindicaciones para el propio hospital, en materia de personal y equipamientos, con el nuevo material de quirófano o el ansiado servicio de cardiología, la principal demanda en Cee a nivel sanitario tiene que ver con el precario estado en el que se encuentran las instalaciones del Centro de Atención Primaria de la localidad. La situación era conocida, pero las alarmas saltaron de verdad en diciembre del 2015, cuando a Emma López, una pequeña de solo 16 meses que estaba pasando unos días con sus padres en A Ameixenda, le cayó encima un enorme radiador metálico, fuera de servicio y con los anclajes y las tuberías podridos. Todo se quedó en un gran susto para los padres y los profesionales del centro, que salieron de inmediato para atenderla, pero sirvió para poner de manifiesto el estado poco menos que ruinoso en el que se encuentra el edificio.

El alcalde, Ramón Vigo, recordaba ayer que desde entonces -ya lo habían reclamado en ocasiones anteriores- ha remitido varios escritos a la Xunta e incluso se reunió con la jefa territorial de Sanidade, pero siguen sin respuesta alguna, con lo que desde entonces el Concello, que defiende que no corresponde hacer cargo de estas instalaciones, lleva «un mantemento de mínimos».

Vigo hace tiempo que se muestra muy molesto con esta situación, que considera claramente discriminatoria porque mientras en la gran mayoría de localidades es el Sergas el que se ocupa de los centros de salud en Cee, por una serie de circunstancias históricas esta carga sigue todavía sobre los hombros del Concello, al que tampoco le sobra precisamente dinero. «Está todo parado e eu entendo que se están deixando ir. Nós poderiamos tomar unha actitude de forza, que sería o doado e desentendernos, pero, claro, iso vai á conta de que os cidadáns queden desatendidos, aínda que parece que nos abocan a iso», dice Vigo.