Empresas que se instalan en el parque de Cee se encuentran sin luz e Internet

Juan Ventura Lado Alvela
J. V. Lado CEE / LA VOZ

CEE

JORGE PARRI

El alcalde asume que será el Concello el que tenga que reponer el cable robado

24 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Resulta evidente que el polígono industrial de Cee empieza a tirar -ya se ven además de Mercadona y la nave de Disneria- las instalaciones bastante avanzadas de la gasolinera y de Aluminios Dumbría. Ahora bien, ese arranque está en riesgo de ralentizarse y pone sobre el tejado del Concello una pelota importante, porque las empresas se están topando con falta de servicios. Fundamentalmente, falta acceso a Internet de banda ancha, no hay alumbrado público y los que están ahora en obras se han topado con que tampoco pueden enganchar el suministro eléctrico, porque el cable fue robado en parte, ya durante el anterior mandato municipal, y no se ha repuesto.

Víctor Trillo, de Aluminios Dumbría, explica que la constructora Lires Cons, que está levantando su nave lleva dos meses «traballando cun grupo electróxono porque non se pode enganchar a luz de obra, que non a hai». Confiaban en terminar hacia febrero-marzo y trasladar la actividad desde Dumbría, donde llevan años con falta de espacio, en primavera. Incluso necesitan justificar a finales de este mes un determinado nivel de ejecución de obra para no perder una subvención y el empresario asegura que no tuvieron «resposta ningunha» pese a que han tocado ya muchas puertas y «o alcalde é consciente». Una carencia que también confirma el promotor de la futura gasolinera con autolavado, Santos José Sambad, quien asegura que ellos hicieron toda la obra, ahora a punto de concluirse, tirando de generadores de electricidad diésel.

La gerente de Disneria, Carmen Soto, que fue la primera empresaria de Cee en trasladar su negocio al polígono hace ahora justo un año, ya no quiere ni acordarse de toda la batalla que tuvo con las empresas de telefonía, con las que a lo más que llegó fue a una conexión inalámbrica. «En el Ayuntamiento, a donde pienso ir mañana [por hoy] a poner una reclamación, ya me ven entrar y escapan. Ya estoy cansada de ir porque me reciben con muy buenas palabras, pero el polígono tiene farolas y no tienen luz», se queja Soto, que no se siente para nada cómoda. «A veces me quedo haciendo trabajos por la noche, después de que ya se han marchado los empleados, y cuando se van las chicas del Mercadona yo también me voy porque tengo miedo, y ellas igual, salen todas juntas porque dicen que no saben lo que se pueden encontrar al llegar a los coches, porque no se ve», añade.

De hecho, la iluminación que tiene el polígono es la de la propia Disnera y la de Mercadona, que incluso ha cambiado la inclinación de los focos de su parcela para que alumbren la cuesta de subida hacia la glorieta, en la que han dispuesto también una de las farolas propias alumbrando hacia ella.

El alcalde, Ramón Vigo, no elude responsabilidades, aunque ya adelanta que no se trata de «unha cuestión menor, senón xa estaría feito» dotar de nuevo el polígono de suministro eléctrico y alumbrado, con lo que están analizando la posibilidad de «un cableado parcial» para dar servicio a las naves que van entrando en funcionamiento. Deja claro que cuando SEA entregó el parque los cables estaban ahí, posteriormente fueron robados y no se han repuesto con lo que «a quen roubaron foi ao Concello porque a obra estaba recibida e os cables aí, sabémolo todos».

Vigo entiende que antes del inicio de la actividad deberían dotar a estos negocios de los servicios necesarios «coma en calquera urbanización, porque se trata dunhas instalacións de titularidade pública», pero todavía tienen que encontrar la forma y el dinero para hacerlo.