Las deudas de la Xunqueira 2015 y 2016 incendian el debate en Cee

Juan Ventura Lado Alvela
J. V. Lado CEE / LA VOZ

CEE

JORGE PARRI

El asunto genera indignación en la calle y un duro enfrentamiento entre los políticos

30 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Con la comisión de fiestas recorriendo las casas en estas fechas para recaudar fondos, la noticia de que faltan por pagar a la empresa Galicia Espectáculos 7.874 euros de las celebraciones de la Xunqueira del 2015 y otros 49.610 de las del año pasado, 57.484 euros en total, el asunto ha entrado de lleno en el debate social de la localidad, con lo que este viernes por la noche se ha trasladado también al pleno municipal. Además lo hizo de manera estruendosa, como reclamación en directo de los afectados, duras críticas de los opositores y el anuncio del alcalde, Ramón Vigo, de que ha encargado a un abogado de confianza estudiar las declaraciones del exregidor Antonio Domínguez y la exconcejala de Cultura, que pertenecía a su propio grupo, Yolanda García, por si pudiesen ser objeto de una querella, ya que él las considera delictivas.

Vigo ya presuponía que «iba a ser el pleno de Karina, Aire de fiesta», y por eso se llevó preparados los datos para argumentar que, desde el año 95 y con distintos alcaldes, él incluido, la Xunqueira ha generado deuda siempre excepto en cuatro ocasiones. Sin embargo, el asunto se salió de lo puramente político por la presencia, entre otras personas, del presidente de la comisión, Paco Brea, y de su esposa, que tomó la palabra antes de la sesión, aunque en Cee la participación ciudadana directa no está regulada, y le hizo una serie de reproches, algunos en clave personal, al alcalde, con el que siguió discutiendo finalizado ya el pleno.

Con ese sustrato y una vez despachado otros asuntos, la encargada de abrir fuego Yolanda García, que expuso alguno de los datos económicos que hasta ahora no se habían llevado a pleno para echarle en cara a su exjefe de filas que se trata de «unha vergoña máis na súa historia política», reprocharle que haya puesto en esta situación a Paco Brea y su familia y advertir que, a este paso, «o ano que vén non vai haber nin comisión nin axencia coa que contratar as festas».

Vigo, además de advertirle de la posible querella, algo que García dijo no preocuparle porque no se arrepiente de lo que dijo, Vigo sacó los datos desde el 95, para tratar de defender que se trata de algo habitual, que todo saltó por la negativa a volver a contratar con esta empresa y para, con nulo éxito, intentar defender que él «opina» sobre los espectáculos a traer, pero no los contrata, algo que legalmente es cierto, porque firma el presidente de la comisión. A su juicio, el único problema es que «antes o pleno pagaba e punto e non facía política disto», con lo que para él lo que hace falta es «una corporación seria que aquí no la hay».

Sin embargo, sus explicaciones no convencieron para nada al resto de grupos, que le atribuyeron a él toda la responsabilidad, dieron por sentado que es Vigo quien toma las decisiones sobre las fiestas y que ha estado ocultando deliberadamente los datos de esta deuda. De hecho, en lo único que coincidieron todos es en tranquilizar a Paco Brea y su familia -que están pasando un momento verdaderamente malo, en parte amedrentados de manera interesada-, asegurándole que no va a tener ningún problema y el Concello respaldará a la comisión.

Aunque la socialista Margarita Lamela señaló a Vigo con algunas puntualizaciones y el concejal del BNG, Serxio Domínguez, llegó incluso, de manera bastante diplomática, a invitar al alcalde para que deje el cargo porque no está en condiciones de ostentarlo, la más expeditiva en sus críticas fue la portavoz del PP, Zaira Rodríguez, que, por primera vez en lo que va de mandato se metió de verdad en el papel de líder de la oposición e incluso arrinconó dialécticamente a Vigo en algún momento. «¿Pero que segredo era este? ¿Como se pensaba pagar? A verdade é que eu estou desconcertada», señaló Rodríguez, para quien esta situación era muy fácil de solucionar, pero ahora «dá que desconfiar».

Al margen de todo el debate y el enfrentamiento político, el asunto sirvió al menos para poner sobre la mesa el verdadero tema de fondo, que no es otro que la insostenibilidad de las fiestas de la Xunqueira tal como están planteadas, con una contribución de los vecinos y la hostelería irrisoria si se compara con otras localidades y unas expectativas que están muy por encima de los medios disponibles. De hecho, quedaron en reformularlas y analizar la situación en serio.

Los dardos entre los grupos de la oposición llevan la discusión incluso a fuera del pleno

El asunto de la Xunqueira ha calentado, y mucho, los ánimos en Cee, hasta el punto de que el debate ya no se queda solo en el pleno y en la calle, sino que el habitual clima de diálogo existente en la corporación, este viernes se tornó incluso en enfrentamiento, con alusiones personales incluidas, fuera de la sala de sesiones.

Los dardos de la socialista Margarita Lamela -en este caso bastante inocentes porque no dijo más que como existía el compromiso del PP con sus votos y los del gobierno podían solucionar el problema- encendieron la bancada popular y, sobre todo, a la concejala Mabel Fernández, que raramente toma la palabra, pero lo hizo para recalcar que «xa está ben» de que Lamela les ningunee o trate de meterse en los asuntos de su partido.

Aunque todo se quedó en eso, la discusión se retomó luego en los pasillos, con familiares de por medio y todo, mientras varios ediles trataban de tranquilizar al presidente de la comisión y ofrecerle su respaldo.