El emisario de Sardiñeiro podría contaminar la playa de Estorde

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

CEE

JORGE PARRI

El alcalde de Cee considera que es un punto también a evaluar

02 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La calidad del agua de baño, particularmente la de Estorde y Lires, centró una parte importante del debate plenario del viernes por la noche en Cee, donde salieron a relucir numerosas cuestiones hasta el momento más o menos ocultas, como la posibilidad de que a Estorde le afecte el emisario de Sardiñeiro, el exagerado importe (240.000 euros) del informe sobre el saneamiento de la ría, o que los filtros de una de las depuradoras llevan años rotos y no se cambiaron.

El «dedo na ferida», como definió el alcalde, Ramón Vigo, lo puso el edil del BNG, Serxio Domínguez, con una moción en la que cargaba las tintas contra la Xunta -que es quien tiene la capacidad real de acometer las obras necesarias- y que fue asumida por Vigo, pasando de puntillas por la parte de las responsabilidades municipales. «Os concellos temos competencias, somos responsables pero non temos a capacidade de dar resposta», señaló el regidor, que en el caso de Estorde, se mostró sorprendido de que sin apenas cambios en cuanto a emisiones pasasen de la bandera azul a períodos intermitentes de calidad insuficiente para el baño. «A min achegáronme unha posibilidade de que o que ocorre pode estar relacionado co emisario de Sardiñeiro. Teremos que valoralo», reveló.

Preguntado al respecto, el teniente de alcalde de Fisterra, Xan Carlos Sar, señaló que hay momentos en el invierno en los que la deficiente separación de pluviales implica el colapso del bombeo de Sardiñeiro y su desbordamiento. De hecho consideran que Augas no hizo la obra en condiciones, pero el funcionamiento el resto del año, y particularmente ahora en el verano sin ese aporte extra de lluvias, es totalmente correcto.

Sin embargo el problema en estas pequeñas depuradoras ceenses, que están pendientes de arreglar con obras del POS ya aprobadas pero sin licitar, es bastante más profundo, y encierra detalles sorprendentes, según dio a conocer la socialista Margarita Lamela, sin que nadie la rebatiese. Explicó que en mandato 2007-2011 se amplió la depuradora de Estorde y había bandera azul. Las bombas se estropearon, las tuberías se pudrieron y, durante su puesta en funcionamiento, Augas Potables de Corcubión Cee detectó que los filtros estaban rotos. Costaban unos 6.000 euros, según dijo Lamela, y el gobierno local cambió, Zaira Rodríguez por Ramón Vigo, pero los filtros no.

Además de abordar el asunto de la contaminación, el pleno aprobó una moción a propuesta de Alcer para ampliar el servicio de hemodiálisis a martes, jueves y sábado, lo que generó debate entre Lamela y Zaira Rodríguez, sobre lo que se había hecho y lo que no en el hospital y también salieron a relucir las cuentas de la Xunqueira. Serxio Domínguez preguntó si era cierto que se debían 60.000 euros de las orquestas de la Xunqueira del año pasado, y Vigo se limitó a contestar que la parte que corresponde al Concello está pagada.

«Lo que tiene que hacer el PP de Cee es trabajar»

El pleno aprobó por unanimidad una proposición de Buserana contra la violencia machista, que aprovechó la concejala de Igualdade, Pilar Iglesias, para detallar más de una veintena de medidas adoptadas al respecto, y Lamela para destacar, por ejemplo, que la Fiscalía solo se persona en Corcubión los miércoles o que el forense viene más o menos cada 15 días.

Sin embargo, el debate más directo vino a cuenta de una práctica bastante extendida últimamente en Cee y que se resumiría en una especie de oposición entre los propios grupos opositores: de un lado PSOE y BNG y del otro PP, con apariciones esporádicas como la de Modesto Rivas, que pidió respeto por las declaraciones institucionales. Zaira Rodríguez, algo a lo que también se sumó Vigo, llamó a no desprestigiar ni la sanidad pública ni las condiciones de las playas. «De desprestigiar nada. Trabajar, eso es lo que tiene que hacer el PP de Cee, trabajar», le espetó Lamela, mientras Domínguez incidió en que «quen desprestixia a sanidade pública é quen a recorta e inviste na privada».