Una marcha a pie de Cee hasta Brens exige que la firma desista de vender las centrales

La Voz

CEE

JORGE PARRI

Más de 300 personas, en torno a las 500 según los organizadores, participaron ayer en la comitiva

09 dic 2016 . Actualizado a las 12:51 h.

Más de 300 personas, en torno a las 500 según los organizadores, participaron ayer en una marcha desde la fábrica de Brens hasta la central hidroeléctrica de O Ézaro bajo el lema «Non a venda das centrais. O río é noso e non de Villar Mir», con la que quieren obligar a la empresa a que desista de manera definitiva de su intención de vender las centrales. En caso contrario, si llega a presentar el preacuerdo de venta, los representantes de los trabajadores ya anuncian que irán a la huelga, aunque todavía está por determinar de que forma.

Junto a los trabajadores y vecinos de la zona caminaron hasta O Ézaro, distintos cargos del BNG, como el diputado Xosé Luís Rivas, el teniente de alcalde de Fisterra, Xan Carlos Sar, o el coordinador comarcal de la Costa da Morte, Serxio Domínguez, así como la concejala ceense del PSOE, Margarita Lamela. A ellos se unieron la parlamentaria socialista Dolores Toja y los alcaldes de Muxía, Dumbría y Carnota.

Desde el comité de empresa mostraron su satisfacción por el éxito de convocatoria pese al efecto desmovilizador que, a su juicio, ha supuesto que el PP se sumase también al acuerdo parlamentario en contra de la segregación y a lo transmitido por el presidente Feijoo en la reunión con los regidores de la zona, que salieron de allí convencidos de que se opondrá a la venta.

Además, cargan contra la compañía porque consideran «propaganda e intoxicación» los datos de inversiones publicados y aseguran que «para a Costa da Morte non hai un só euro» salvo cuestiones de mantenimiento. Dicen que las inversiones en filtros ambientales fueron una exigencia legal y que el gasto en líneas eléctricas está precisamente destinado a lograr la segregación de actividades, mientras que las nuevas centrales no generan empleo nuevo alguno. Además, recalcan que no van a negociar ninguna inversión a cambio de permitir la venta.