El combate de la velutina acabó con 150 nidos en menos de dos meses

Juan Ventura Lado Alvela
j. V. LADO CEE / LA VOZ

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ALVELA

La plaga sigue sin remitir y ataca cosechas y frutales, además de las abejas locales

22 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Solo la empresa Plaguiber (83), a la que le tiene contratado el servicio el Concello de Carballo, el GES de Ponteceso (32) y los voluntarios de Protección Civil de Cee (29) han desmantelado desde finales de julio más de 150 nidos de avispa asiática (vespa velutina), algunos tan impresionantes como el retirado este martes por la noche en A Ameixenda (Cee), en un árbol junto a la casa de la exconcejala Amancia Trillo, que superaba rondaba los 70 centímetros de diámetro e implicó hasta el uso de una motosierra para despegarlo de la rama.

El total de los localizados son bastantes más porque hay otros concellos que se ocupan directamente, tienen convenios firmados o apelan a voluntarios. Además, los apicultores por su cuenta también retiran nidos y combaten como pueden esta plaga, que durante el presente verano ha alcanzado su mayor implantación hasta el momento en la Costa da Morte.

Casos como el de A Ameixenda, donde un vecino se quejaba de que le habían comido los tomates, se repiten por toda la zona, ya que esta especie tiene especial predilección por los frutos maduros, sobre todo los higos y las uvas, aunque se han observado ataques a todo tipo de variedades de plantas, además de a las abejas autóctonas, que atacan sobre todo en la entrada de las colmenas, donde los apicultores están apelando a lo que pueden, incluso a redes para proteger las colonias.

El impacto de la velutina sobre ellas, según explican los especialistas, se va a percibir especialmente hacia febrero-marzo del año que viene, que es hasta cuando deberían resistir las abejas que nacen ahora, ya que las que soportan toda la campaña de fabricación de miel apenas duran entre 45 y 50 días por el desgaste que sufren. Sin embargo, los bajos niveles de polen y néctar en las colmenas, debido a que las obreras no salen a trabajar por la amenaza de la velutina, llevan a las reinas a reducir de manera sensible la puesta de huevos.

Entre las zonas más afectadas, según detallan los encargados de las retiradas consultadas, se localizan en el municipio de Cabana, donde ya van retirados 20 nidos, y en las zonas de Entrecruces, Aldemunde, O Tarambollo y Baldaio (Carballo), donde Plaguiber ha tenido días, como el 16 de agosto, de retirar ocho nidos en una sola jornada.

Isidro Rodríguez, el profesional encargado de esta tarea, se ha dado cuenta de que los nidos raramente se localizan alejados de zonas donde hay abundante y eso, como explica, obedece que funcionan como auténticas fábricas de papel, arrancan cortezas de los árboles, que mezclan con agua para fabricar celulosa y con eso hacer los nidos.

Rodríguez, aunque aclara que no es experto en la materia y los científicos podrán explicarlo mejor, relata como funciona el ciclo de estos animales: «Neste tempo están traballando normal, con raíña, obreiras, zánganas,... Cando vai chegar o inverno, unhas 200 ou 300 saen, fecúndanse e agóchanse a invernar. Cando comeza a primavera esas novas raíñas comezan a formar familia e fan elas soas un niño primario do tamaño dunha pelota de tenis, normalmente nun sitio bastante resgardado, e poñen unha primeira capa de 20 ou 30 ovos, dos que saen as novas que lle axudan a ir aumentándoo ata o tamaño dun balón de balonmán, que vai medrando con novas capas. De ahí saen as obreiras que son as que van construír, xa nun sitio máis elevado, como un bidueiro ou un eucalipto os niños grandes».

De ahí la importancia que tiene destruir los nidos y, sobre todo, capturar reinas antes de que formen las nuevas colonias y se multipliquen.