La piscina de Cee seguirá cerrada, con toda probabilidad, varios meses más

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

CEE

Los trabajadores corren el riesgo de perder sus puestos antes de la nueva concesión

15 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El conflicto de la piscina de Cee, lejos de solucionarse da la impresión de que cada día que pasa añade nuevas complicaciones que pueden desembocar en todo lo contrario de lo que desean las partes afectadas. Además, según puso de manifiesto ayer en el pleno extraordinario para aprobar la propuesta previa de resolución de contrato la socialista Margarita Lamela, las instalaciones podrían estar cerradas en torno a cinco meses más y los trabajadores corren el riesgo de perder sus puestos.

El proceso, después de que ayer se validase por unanimidad la propuesta de la alcaldía para la extinción del contrato y la comunicación al Consello Consultivo de Galicia, abre ahora un plazo de tres meses en que este organismo debe dar una contestación. Entre tanto, se suspenden los tres meses que tenía el Concello para resolver y que empezaron a contar el día 29 de abril. En cuanto llegue la respuesta del Consello Consultivo, el alcalde debe convocar un nuevo pleno extraordinario, comunicarle a la empresa Aquacenit lo que se acuerde y, entonces, la corporación podrá aprobar un nuevo pliego de condiciones para sacar la concesión a concurso nuevamente.

El problema radica, según apuntó Lamela, en que la compañía se encuentra en concurso de acreedores y lo primero que hace cualquier administrador en estos casos es buscar la extinción laboral para que los empleados no sigan generando más derechos de cobro. Por tanto, existe un riesgo más que evidente de que cuando llegue la nueva adjudicación los trabajadores estén ya despedidos y no puedan subrogarse a la empresa que gane el concurso, como era la intención del alcalde y del resto de grupos.

Además, una vez que un juez apruebe ese despido objetivo, con una indemnización de 20 días por año trabajado y los afectados recurran al Fondo de Garantía Salarial, cabe incluso la posibilidad de que el Concello tenga que responder de manera solidaria en los pagos, toda vez que parece más que claro que Aquacenit no cuenta con recursos para hacerle frente. De ahí que la concejala incidiese en que «a la gente hay que decirle de una vez la verdad para que pueda obrar en consecuencia y organizar su vida como considere», porque, a su juicio, el regidor les ha estado mintiendo con los plazos para solucionar el conflicto.

Pese a que el alcalde, Ramón Vigo, incidió en la intención de recurrir a un contrato de prestación de servicios y abrir la piscina cuanto antes, además de señalar que el Consello Consultivo puede responder en menos de esos tres meses; la argumentación de Lamela cayó como una bomba entre los trabajadores. De hecho algunos incluso se quedaron comentando el asunto con la exalcaldesa, Zaira Rodríguez, al final de la sesión.

El representante de los trabajadores, Gonzalo Guerrero, se mostró alarmado por estos datos. «Quedei noqueado co que escoitei esta mañá, porque dá a sensación de que as cousas en vez de arranxarse aínda van a peor», señala el empleado, que, como los demás, lleva siete meses sin cobrar, y siente que desde el gobierno municipal no se les ha dicho la verdad de cuando volverían a trabajar.

Por su parte, el edil del BNG, Serxio Domínguez, incide en que si todos, políticos y trabajadores, hubiesen hecho una piña desde el principio «e ir todos unidos, seguramente non se chegaría a onde se chegou», con unos plazos que ahora, como él mismo dice, «son os que son» y muy difíciles de concretar.

«A la gente hay que decirle de una vez la verdad para que pueda obrar en consecuencia con su vida»

Margarita Lamela

«Quedei noqueado co que escoitei esta mañá porque dá a sensación de que as cousas van a aínda a peor»

Gonzalo Guerrero