«En el suicidio hay factores de riesgo que se pueden trabajar»

CEE

PACO RODRÍGUEZ

Realizó un estudio sobre análisis de textos suicidas con el que obtuvo un sobresaliente cum laude en su tesis

19 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Su etapa como residente de psicología clínica en Ourense, entre el 2008 y el 2012, le permitió integrarse en un proyecto de adaptación al castellano de un sistema de evaluación psicológica de textos que desarrollaba el psiquiatra Alejandro García en colaboración con el Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga). Aquel trabajo dio pie a la psicóloga del hospital Virxe da Xunqueira de Cee Mercedes Fernández para profundizar en el análisis de notas suicidas en las que basó la tesis con la que acaba de conseguir su doctoramiento con máxima puntuación.

-¿Cuántos textos de suicidas pudo analizar?

-En una primera fase estudiamos 23 notas de suicidio de personas que fallecieron en Ourense entre 2006 y 2009. Luego las comparamos con otros 80 escritos recogidos entre enero del 2010 y junio de 2012 en Chile, y que pudimos tener gracias a la colaboración del forense chileno Francisco Ceballos con Alejandro García en una investigación anterior. Utilizamos una herramienta informática de la Universidad de Texas, el LIWC, adaptándola al castellano, porque nunca se había utilizado en este idioma. Pero antes analizamos textos escritos por Marilyn Monroe durante los últimos 20 años de su vida, en el idioma original.

-¿Qué resultados obtuvieron?

-Entre otras cosas vimos que conforme la persona es más mayor, utiliza menos palabras de la categoría social, y sin embargo cuando son más jóvenes usan un mayor porcentaje de palabras afectivas. En los textos de Marilyn también se muestran ciertas tendencias que van cambiando en la medida en la que se acerca el momento en que ella muere. Utiliza cada vez más pronombres en primera persona del singular, que indican aislamiento y autofocalización, cuestiones relacionadas con la depresión y con el suicidio. También, a medida que se acerca el momento final, usa menos palabras de emoción negativa. Esto lo hemos relacionado con que las personas que están pensando en suicidarse, cuando ya han tomado la decisión y tienen claro lo que van a hacer, tienen una mejoría aparente en su ánimo que en realidad no es un buen indicador. De hecho, en ocasiones se produce el suicidio en el momento en que la persona está aparentemente mejor.

-¿Cómo puede servir este estudio en la práctica?

-La OMS defiende que el suicidio se puede prevenir si se ponen medidos para ello. Queríamos saber si en esas notas aparecían los factores de riesgo que plantea la teoría de Tomas Joyner: falta de pertenencia y aislamiento de los demás, sensación de ser una carga para sus familiares por motivos de enfermedad, pérdida de trabajo o por otras razones, como estar encarcelados; y la capacidad adquirida de realizar el suicidio venciendo el instinto vital que nos preserva de autolesionarnos. Los dos primeros son factores que pueden ser trabajados en clínica y lo que corroboramos es que en el 60 % de las notas que analizamos aparecían uno o los dos. Si prestamos la suficiente atención podemos detectar en el paciente esos factores y trabajar sobre ellos.

-¿Diría que hay una asistencia deficiente a personas que están en esas circunstancias de riesgo?

-Teniendo en cuenta que el trabajo previo que se hizo con el Imelga reflejaba que el principal desencadenante de las muertes en Ourense es el padecimiento de una enfermedad o el empeoramiento de la salud física, está claro que son factores sobre los que se puede trabajar dando mayor accesibilidad a la atención en servicios salud mental y también en la Primaria. De hecho en Ourense hay un programa de intervención intensiva que está funcionando de forma piloto y se ha reducido la tasa de suicidios respecto al resto de Galicia al 9,15 por cada cien mil habitantes.

-¿Es un problema de recursos?

-En general, como ha habido recortes en los servicios y en el personal, la atención que reciben muchas personas es fundamentalmente farmacológica; pero estos factores de riesgo que aparecen en las notas hay que trabajarlos con más cosas. Los fármacos son importantes para algunos aspectos, como reducir la ansiedad, por ejemplo; pero la aproximación psicológica, el apoyo de enfermería y de servicios sociales es primordial. El programa que está funcionando en Ourense requiere muy pocos recursos. Tienen un psicólogo clínico, una enfermera de salud mental y un psiquiatra a media jornada. Creo que podría implantarse en otras ciudades sin mucho problema.

-¿Las cifras de suicidios en Galicia son preocupantes?

-Lo preocupante es que la tasa está aumentando. El INE no ha publicado más allá de los datos del 2013, y era de 8,3 por cien mil habitantes a nivel nacional; pero en Galicia era de 12,04, la segunda después de Asturias. También hay que tener en cuenta que en Galicia hay aproximadamente 75.000 personas con trastorno mental grave y no se puede olvidar que el 90 % de los suicidas tienen un diagnóstico de ese tipo.