El número de nacimientos en el hospital de Cee cae otro 10 %

Juan Ventura Lado Alvela
J. V. Lado CEE / LA VOZ

CEE

Marcos Rodriguez

El Virxe da Xunqueira trata de paliar con atención de calidad la bajada de población

01 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La tímida mejoría del 2013 no fue más que un espejismo y durante el año pasado, con una influencia directa de la pérdida de población y la crisis económica, el número de nacimientos en el Hospital Virxe da Xunqueira (HVX) de Cee, ha vuelto a caer un 10 %, como ya lo había hecho en el 2012.

Fueron 201 partos, 20 menos que en el año anterior, y ya lejos del récord del 2004, en el que vinieron al mundo en el centro ceense 260 bebés, una cifra difícilmente igualable a día de hoy, con un saldo vegetativo en franca regresión y las cifras de jóvenes emigrados por las nubes.

Una situación que para el jefe de ginecología del HVX, Íñigo Montesino, es equiparable a la ya experimentada en otros momentos de recesión económica o de salidas importantes de parejas jóvenes. Problemáticas contra las que en el centro tratan de luchar, mediante procedimientos para ofrecer la mejor atención.

Así, durante el año pasado, únicamente se le practicó la episiotomía, que es un corte en la salida de la vagina para facilitar el parto, al 13,61 % de las pacientes, cuando hasta no hace mucho esta era una técnica generalizada. Según dice Montesino, «se creía que era útil para evitar desgarros y conservar el suelo pélvico, pero ahora se sabe que no es necesariamente así», con lo que apenas se aplica y los tiempos de recuperación para las mujeres mejoran de manera importante.

De igual modo, el Virxe da Xunqueira ofrece desde septiembre del año 2012 a las parejas de las pacientes la posibilidad de estar presentes en todos los casos en los que la cesárea se ha programado ya con antelación y también en bastantes de las que se hacen por vía de urgencia. Se trata de un proceso para «humanizar» esta forma de parto, que ha conseguido una «muy buena aceptación» por parte de los usuarios, que no son pocos porque, aunque los casos se han reducido en un punto respecto al 2013, el año pasado nacieron por cesárea el 26,37 %. No se trata de cifras alarmantes ni mucho menos, porque al moverse en volúmenes tan pequeños cualquier variación modifica los porcentajes de manera sustancial, pero sí es una subida sobre el 19 % alcanzado en el año 2012.

En cualquier caso, lo que diferencia a los alumbramientos en el hospital de Cee, y por lo que ha sido distinguido desde el Ministerio de Sanidad, es por las buenas prácticas que han puesto en marcha sus profesionales.

La enfermera Mónica Bergondo García es la responsable de una de ellas, la consulta de preingreso en la que recibe a la madre y en su caso a la pareja de esta sobre la semana 36 de gestación. Les explica multitud de detalles sobre cómo va a ser el proceso o donde pueden obtener más información. Así, además de tenerla a ella como persona de referencia, lo que crea cercanía y confianza, ha incrementado los porcentajes de algo tan positivo como la lactancia materna y sirve para avanzar en otras cuestiones. Por ejemplo, «la gente cada vez entiende más que en lugar de muchas visitas todas juntas es mejor dejarle a los padres y a al bebé un par de días de tranquilidad».

La otra iniciativa distinguida, según detalla Silvia Sanmiguel Arias, la supervisora de Enfermería en hospitalización A, es mucho más transversal porque implica todos los profesionales del servicio, precisa de formación específica y, por ejemplo, espacio para que en la mayor parte de casos cada familia tenga una habitación. «No separamos nunca al bebé de sus padres, aunque eso implique un esfuerzo para nosotros porque hay que adaptar los tiempos a cada recién nacido», como dice Sanmiguel para resumir en que consiste el procedimientos.

Una de cada ocho mujeres que elige el centro procede de fuera del área asignada al centro

La caída de actividad del hospital, en términos generales y en concreto a lo que a partos se refiere, se está viendo frenada por la capacidad que tiene el centro para atraer pacientes, fundamentalmente de la comarca de Bergantiños, aunque también de la zona de Barbanza, a los que, en principio, les corresponderían otros hospitales.

La disponibilidad tanto de espacio como de recursos y la predisposición de los responsables de muchos servicios para sacarle el máximo rendimiento posible está, así como el crecimiento de las percepciones favorables respecto a la calidad de la atención, están mitigando el desgaste provocado por la caída poblacional. Por ejemplo, en lo que a nacimientos se refiere, durante el año pasado 25 de las 201 mujeres que dieron a luz en el hospital, o lo que es lo mismo una de cada ocho, eran de fuera del área.