Ágil subida a un atractivo balcón de la Costa da Morte

Xosé Ameixeiras
X. ameixeiras CARBALLO / LA VOZ

CEE

Los expedicionarios reemprenden la marcha tras un descanso en San Pedro Mártir.
Los expedicionarios reemprenden la marcha tras un descanso en San Pedro Mártir. X. A.< / span> < / span>

Casi 300 personas participaron en la primera ruta de la nueva campaña

15 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Subir a los montes de Cee siempre tiene premio: grandes vistas sobre algunos de los mejores parajes del extremo atlántico de Galicia. Ayer, casi 300 personas asumieron el reto y lograron el galardón: buena parte del litoral de la Costa da Morte. O Pindo, majestuoso y callado a la izquierda; Fisterra al frente, y Touriñán y Cabo Vilán, a la derecha, incluso se adivinaba O Roncudo. Y el océano bordeándolo todo con su lazo azul. Así se veía desde o Petón das Ferreñas, en las inmediaciones de San Pedro Mártir, un espacio con cierto halo romántico para los ceenses y paso de peregrinos hacia Fisterra.

Pero para eso hubo que ascender hasta más de 360 metros. Una subida por asfalto primero y luego por camino, a buen paso. Los aficionados las Andainas Coñece a Costa da Morte, que se inauguraron ayer, demuestran que están en buena forma. Cada vez son más jóvenes y con más bríos, aunque, tal vez, menos atentos a las curiosidades y el lenguaje de las viejas sendas.

Polos camiños dos primeiros ceenses. Así titularon los convocantes la ruta de ayer, que inauguraba el circuito puesto en marcha por nueve concellos de la comarca. La última será el 30 de mayo en Ponteceso.

La expedición salió de Vilar de Toba, donde también concluyó el recorrido. Los primeros pasos los dio por lo que fue la desaparecida parroquia de San Paio de Refoxos, según contaba el ilustrado Víctor Castiñeira en su descripción histórica. Ya no queda nada de aquellos tiempos del medievo. Ni tiempo hubo tampoco de comprobarlo ante la energía que mostraba el grupo, que ascendía monte arriba con energía.

Cerca de la ermita de San Pedro Mártir y su campo, que es escenario de varias celebraciones a lo largo del año, aparecieron las primeras vistas. Ayer la romería era de caminantes, que pronto echaron a andar de nuevo para bajar hacia Pereiriña. En medio, los cuatro molinos de Morancelle. Tres de ellos bien rehabilitados hace un decenio. Sus turbinas (rodicios) llevaban tres siglos girando hasta que fueron abandonados y actualmente recuperados de nuevo. Ahora unas mesas de piedra convierten a este lugar en un buen espacio para el ocio y el relax, pero ayer los participantes en la Andaina iban de paso y no hubo tiempo para disfrutar del conjunto etnográfico al son de la música del agua bajando por los canales. Y mientras unos iban pensando en las viejas historias molineras otros ya llegaban a la iglesia de Pereiriña.

Uno de los atractivos de la ruta fue, sin duda, la vieja calzada del Camiño Real, entre Chafarís y Bedán. Después de una carballeira solitaria, apareció un viejo y esplendoroso arco de entrada a la Casa do Camiño, cuyas piedras arruinadas están escondidas en un mar de maleza. Un conjunto que invita, sin duda, al ensueño y a imaginarse viejas historias de señores venidos a menos cuyos descendientes fueron incapaces de sostener tanto esplendor. Fue otro de los grandes atractivos de la inauguración del circuito de rutas Andainas Coñece a Costa da Morte.

Y además... 

Razo y Baldaio, a través del objetivo

Los participantes en la salida hasta Razo y Baldaio celebrada ayer en Carballo no solo pudieron gozar de las vistas del litoral carballés a través de sus retinas, sino que inmortalizaron la experiencia con sus cámaras fotográficas y regresaron cargados de imágenes para el recuerdo. Hoy, Baldaio será escenario de una ruta ornitológica programada también dentro del proyecto Carballo, mirando ao mar. foto ana garcía

De ruta por Ferreira, Couso y Seavia

La ruta programada para ayer por el Instituto de Estudos Bergantiñáns por las parroquias coristanquesas de Couso, Ferreira y Seavia congregó a medio centenar de personas, que se entregaron de una agradable jornada de paseo para disfrutar del paisaje, la historia y el patrimonio de esa esquina de la comarca. La casa museo de Asunción Antelo fue la última parada de su recorrido. foto ana garcía