Los vecinos de Baio dejaron reluciente el río Grande

CEE

15 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

1 Imágenes como la que abre hoy esta página me devuelven la fe en el ser humano. Jamás entendí cómo alguien es capaz de recorrer varios kilómetros a través del monte para abandonar una lavadora o una nevera vieja (sobre todo si a pocos metros de su casa tienen un punto limpio), ni tampoco por qué hay quien encuentra gracioso pintarrajear una señal o quemar un contenedor de basura. Es difícil comprender cómo es posible que a los ríos lleguen neumáticos, muebles o residuos de todo tipo, así que siempre supone una auténtica alegría que un nutrido grupo dedique su tiempo libre, de forma totalmente altruista y desinteresada, a limpiar lo que otros contaminan.

Eso es precisamente lo que han hecho durante las últimas semanas los integrantes de la asociación Río Mar y también muchos vecinos de Baio que sin ser aficionados a la pesca decidieron echarle una mano a la entidad, que desde hace varios años pone en marcha jornadas de limpieza como la que protagonizaron el domingo. A la cabeza, como en otras ocasiones, el presidente de la asociación, José Mira Turnes, y el secretario, Javier Espasandín Vilela. Los dos, acompañados por muchos compañeros y amigos, no solo limpiaron gran parte del cauce del río Grande, sino que además abrieron y señalizaron una ruta de senderismo entre Ponte Lodoso y la carballeira de Baio.

Toda la zona ha quedado de lujo y ha dejado patente que no todo el mundo es un descerebrado.

3 También recibieron una visita muy especial los integrantes de la Asociación Pro Enfermos Mentales (APEM) de Cee. Hasta la entidad se desplazó el director de Ferroatlántica, Carlos Oliete Fernández, que acompañado por la coordinadora de la asociación, Pety Vázquez; por la psicóloga Junquera Vázquez, y por la colaboradora Ana Lestón recorrió todas las instalaciones y comprobó el trabajo que realizan los usuarios. Además, Oliete se brindó a colaborar con la asociación en futuros proyectos, lo que, sin duda, es una gran noticia para APEM.

2 Y mientras que los integrantes de la asociación Río Mar y muchos vecinos de Baio participaban en las labores de limpieza, otro gran grupo participaba en Vimianzo en un acto muy diferente. De hecho, al contrario que los «limpiadores» del río Grande, los protagonistas de Vimianzo, mucho más jóvenes, se vistieron de gala. No era para menos, porque los chavales, 26 en total, celebraron su confirmación, acompañados por numerosos familiares y amigos, que llenaron la iglesia de San Vicente de Vimianzo. No faltó, por supuesto, el párroco de la localidad, Daniel Turnes Rey, que recibió al arzobispo de Santiago, Julián Barrio Barrio, que fue el encargado de presidir la ceremonia. Antes, además, el prelado visitó la nueva sala de reuniones y exposiciones de la rectoral de San Vicente, que ha quedado preciosa.