Llega Sidonie al San Xoán de Carballo: «Cada vez soy más suicida a la hora de hacer cambios»
CARBALLO MUNICIPIO

Asiduos a los grandes festivales, Marc Ros, cantante de la banda, celebra poder tocar en fiestas como estas, y adelanta que estrenarán en Carballo algún tema de su nuevo disco en catalán
20 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Inquietos y cambiantes por naturaleza, Sidonie llegan a Carballo (este viernes 20 de junio) y Sarria (sábado 21) en ese punto de impás entre una gira recién terminada y el lanzamiento, en octubre, de un nuevo disco.
—¿Es muy diferente tocar en unas fiestas a en un festival?
—A mí me sorprendió ver estos conciertos en las fiestas. He estado mirando lo que se hace en Cataluña en Sant Joan y no hay muchos eventos musicales. Lo de Galicia me suena como antiguo, pero en el buen sentido. Me parece maravilloso porque apenas hay ya rock and roll en las plazas de los pueblos. Si quieres ver este tipo de bandas, tienes que ir a un festival.
—¿Variáis el repertorio?
—Sí. De entrada, porque tienes más tiempo. Así que ya que tenemos unos minutitos más, al menos una o dos canciones del nuevo disco y alguna versión sí que haremos. Sin ser pesados, porque somos conscientes de que la gente viene a escuchar el repertorio antiguo y lo entiendo perfectamente.
—También el público es muy distinto en estos conciertos.
—Sí, los de las fiestas son como muy familiares. Te viene a ver gente que no te conoce de nada y que no sabe ni una canción tuya. Pero eso también pasa ahora en los festivales. Tú tienes que competir y aceptar que hay un relevo de bandas. Lo cual también es un aliciente, hace que no te duermas.
—Hasta hace no mucho se decía que no había ese relevo, pero de repente aparecen nombres como Carolina Durante, Alcalá Norte, Arde Bogotá, Biznaga o Shego y se cuelan en lo más alto de los carteles. ¿Cómo estáis viviendo eso?
—Pues mira, precisamente todos esos grupos que has mencionado, además de otros como La Paloma, Las Petunias o Ginebras, nos atraen más que otras bandas que formaban parte de ese relevo, como Viva Suecia, Shinova... Con los que me llevo muy bien, pero me gusta mucho que haya esta nueva ola de grupos. Tú estás en el camerino y ellos han tocado antes y dices: «Madre mía, vienen fuertes». Y esa sensación no la había tenido desde hace años.
—Vuestro próximo disco, «Catalan Graffiti» será íntegramente en catalán. ¿Por qué habéis tomado ahora esta decisión?
—Imagino que pensarás que es un suicidio, y probablemente lo sea a nivel comercial. Pero ya nos hemos arruinado bastantes veces (se ríe). No tenemos ningún miedo a cantar en nuestra lengua y nos apetecía mucho hacerlo. Primero, porque mi voz suena muy bien en catalán y, segundo, porque me han salido unas canciones bonitas y son cantadas en catalán. Y ya está.
—La elección del idioma, ¿condiciona las canciones?
—Totalmente. Una misma canción suena muy diferente cantada en italiano, francés, catalán o gallego. Y eso es maravilloso. Yo uso el idioma como si fuera un arreglo musical más.
—¿Musicalmente habrá sorpresas en ese disco o seguirá la línea de «Marc, Alex y Jes»?
—Para componer los temas de Marc, Alex y Jes me compré un reloj de arena de tres minutos, y si una canción pasa de ese tiempo, para mí ya no vale. Significa que no he sabido reducirla a sus líneas básicas. Y esto lo he hecho también con Catalan Graffiti. Son canciones pop de una sencillez aparente, pero con una complejidad total. Canciones para sonar en la radio y que te emocionen en esos 2 minutos y medio. Si que es cierto que en catalán sueno más dulce, como más melancólico, pero el disco no es lento para nada.
—Liam Gallagher dijo en una ocasión que Oasis había dejado de ser la mejor banda del mundo cuando su hermano se hizo millonario y se aburguesó.
—Obviamente, a mí eso no me ha pasado. Al no hacerme millonario, tengo que seguir apretando el culo y arriesgando cada vez más. De hecho, creo que cada vez soy más suicida a la hora de afrontar cambios. Lo que no entiendo es como Axel y Jes me siguen. Esto es lo increíble y maravilloso de este grupo. Supongo que es porque hay una cosa que nos une: la pasión por la música.