Electro Rayma Renovables, la empresa local que compite con gigantes

Electro Rayma Renovables, con sede en Carballo, en la Rúa Ponte, ha sabido abrirse hueco en el sector eólico desde su creación, en el 2016. Miguel Ángel Suárez Queijo, de 46 años, coordinó durante más de diez años este departamento en Electro Rayma, de Narón, hasta que la empresa pasó por un mal momento y decidió comprar una parte del negocio. Desde ese momento, no ha parado de crecer. Actualmente, tiene 23 trabajadores en plantilla y factura 1,9 millones de euros (dato del último ejercicio). Se dedican al mantenimiento integral de parques, desde el predictivo, al preventivo, correctivo y gran correctivo. Trabajan, sobre todo, a nivel nacional, y concretamente, en Galicia, aunque también se desplazan, de forma puntual, al extranjero. Así, ya han actuado en Francia, Italia o Rumanía, país, este último, en el que ultiman un nuevo proyecto. Sus clientes son las grandes compañías eléctricas como Naturgy, Enel o EDPR.

Personal

Destaca el responsable que «lo mejor de la empresa es el personal»: «Todos tienen una experiencia de más de diez años en el sector». Son mecánicos, electromecánicos, electricistas... de una media de edad joven, sobre 30 años. Los hombres representan una inmensa mayoría, sobre todo, en el trabajo en los parques, pero también hay mujeres en esta firma carballesa.

Incertidumbre ante la repotenciación eólica que ordena la Xunta para los próximos años

El sector de los eólicos está en auge, reconoce Miguel Ángel Suárez Queijo. No obstante, también lleva implícitos retos, como el de la repotenciación de los parques que ordena la Xunta para los próximos años. «Por el momento, aún no tenemos mucha información al respeto, pero lo que se contempla es que habrá que retirar aquellos aerogeneradores que tengan más de 25 años para cambiarlos por otros. Serán menos molinos, pero más potentes», explica. Esto les afectará en el sentido de que los aparatos tendrán una garantía de varios años, comenta, o mismo que los propios fabricantes pueden cerrar cláusulas de mantenimiento «de por vida». Así, en Camariñas, por ejemplo, donde Electro Rayma Renovables se encarga de los parques de Pena Forcada, Do Vilán y Viravento, con cuarenta máquinas y ocho empleados, podría quedarse a cero «si no tenemos el apoyo del Gobierno gallego de que se apueste por las empresas locales». Las consecuencias las sufrirán, asimismo, los talleres de reparación y las compañías de grúas y transporte, señala. También gestionan el de Silvarredonda, en A Agualada, y el de Alto do Seixal, en Abadín.

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