El agua que cura por dentro y por fuera

M. López CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

Ana García

ESPECIAL SALUD | El agua minero-medicinal se emplea en el Balneario de Carballo para tratar patologías respiratorias, del aparato locomotor, de la piel, digestivas o neurológicas, entre otras

05 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Carballo abraza su tradición termal con un balneario que se aproxima a los cuarenta años de trayectoria empresarial y que recibe anualmente a unas 5.000 personas. Dirigido por José Ramón Fernández López, que recogió hace años el testigo de su padre, el establecimiento trabaja con un agua minero-medicinal sulfurado sódica bicarbonatada que es beneficiosa para tratar una amplia variedad de patologías, según explica Olga Seoane Sánchez, la directora médica.

Para comprender la dinámica de este centro conviene diferenciar entre los usuarios que acuden para recibir una cura termal y los que lo hacen desde una perspectiva más lúdica. Quienes desean tratarse de algún tipo de patología, previamente deben pasar por consulta médica, ya que el tratamiento termal, explica la doctora Olga, «debe ser visto como calquera outro tipo de tratamento».

¿Y qué tipo de afecciones pueden abordarse con estas aguas minero-medicinales? Pues las que afectan al aparato locomotor, como artritis, artrosis, recuperación de esguinces, tendinitis... Y entraría también en este grupo la fibromialgia, «xa que esta auga vai moi ben para a patoloxía do músculo», indica la directora médica del centro. El segundo grupo sería el referente a las enfermedades respiratorias, como rinitis, faringitis, laringitis, otitis o los EPOC, y también se pueden tratar problemas relacionados con la piel, como psoriasis, eccemas y dermatitis. «Para a pel esta auga é boísima, pois aínda que non teñas ningunha patoloxía, é moi hidratante e ten efecto rexuvenecedor», asegura Olga Seoane. Condiciones de tipo digestivo, neuropsiquiátrico o neurológico también forman parte de la larga lista de enfermedades que pueden ser tratadas.

Ana García

Tratamientos

Varían de un paciente a otro, pero lo principal son las inmersiones en agua, bien sea en bañera o en piscina, asociadas a «unha técnica de presión, que pode ser mediante un chorro, que exerce unha presión más forte, masaxea e descontratura, ou mediante unha ducha circular, que é máis fina e puntual», señala Seoane. Esto puede acompañarse de la utilización de parafangos, «unha mestura de barro e parafina con auga termal que se emprega sobre todo para lesións de ombreiros e columna, pois é anti inflamatorio, descontruturante e alivia a dor», añade la doctora. También ofrecen masajes terapéuticos y diferentes tratamientos indicados especialmente para las afecciones respiratorias: «Aerosoles, nebulizadores, duchas nasais e duchas farínxeas», enumera Olga.

Estética y relax

Aparte de los pacientes que acuden al balneario a recibir una cura termal, también hay usuarios que van «nun plan máis lúdico, por así dicilo», indica la directora médica. La duración y la estructura del tratamiento es diferente, pero la intención suele ser parecida y la actividad base no varía: inmersión en agua. Puede ser en bañeras relajantes o en una piscina con agua a 34 grados y con un circuito de chorros que actúan en diferentes partes del cuerpo. Es reconfortante, pero cansa, indica Olga, por eso no son recomendables exposiciones prolongadas: «Depende de varios factores, pero diría que 25 ou 30 minutos na piscina e 15 ou 20 na bañeira, porque pode haber baixadas de tensión, por exemplo», dice. Paralelamente, ofrecen también tratamientos para el cuidado de la piel, como el envolvimiento con algas, que son revitalizantes y anticelulíticas, o con chocolate, que tiene un efecto relajante. «Facemos un peeling corporal, deixamos uns minutos a envoltura e despois retirámola cun masaxe», apunta la doctora.

Ana García

Varias veces al año para que el efecto persista en el tiempo

Aunque lo habitual son estancias de 9 a 11 días, la cura termal completa es de 21. «Esta é unha auga viva, cuns compoñentes, e para que estes teñan un efecto no organismo debe haber unha reacción que dura de dous a oito días. Por iso ao principio do tratamento podes estar canso, mesmo peor que cando se empezou, pero en canto o corpo se adapta á auga estás xenial», indica Olga Seoane. «En tratamentos curtos non se ve o resultado. E, aínda así, o efecto dura de catro a seis meses, co cal é recomendable facer estas curas polo menos dúas veces ao ano. Tres ou catro sería o ideal», concluye la doctora.