El día que Carballo superó todos los récords de positivos en covid: 1.132 casos
CARBALLO MUNICIPIO

Fueron unas fechas marcadas por la sexta ola de la pandemia, la variante ómicron y los colapsos en la atención primara
22 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Vimianzo fue, sin duda, el municipio de la Costa da Morte más afectado por la grave incidencia del coronavirus. Los más de 7.500 vecinos censados en la capital de Soneira habían sufrido, ya a finales del 2020, dos duras restricciones a la movilidad por el virus. Sobre todo, la activada el 1 de noviembre de aquel 2020 por culpa de un brote originado en el propio centro médico el lunes 19 de octubre, y que derivó en la friolera de 161 casos activos en una sola jornada. Los vimianceses estuvieron prácticamente cuatro meses sujetos a duras restricciones a la movilidad. Unas fechas tremendamente complicadas porque no se habían iniciado todavía los planes de vacunación y los colectivos más vulnerables estaban expuestos a la infección.
El otro gran foco de la infección estuvo en Carballo. Fue el 18 de enero del pasado año. La capital de Bergantiños alcanzó el récord de afectados activos en un solo día: 1.132. También en el conjunto de la Costa da Morte, con 3.122 diagnosticados, según los datos facilitados por la Consellería de Sanidade. Pero a diferencia de lo ocurrido en Vimianzo en noviembre del 2020, la población ya tenía la primera dosis de la vacuna y las autoridades sanitarias empezaban a inocular a los más mayores con la segunda dosis. También los cribados estaban a la orden del día por lo que el escenario pandémico era muy diferente al de Vimianzo de noviembre de 2020.
Así las cosas, aquel 18 de enero del 2022 y los 3.112 casos activos en un solo día en el conjunto de la zona fueron el resultado de una laxitud en las medidas preventivas, como consecuencia de las autorizaciones para las comidas y cenas familiares, los regresos de los emigrantes a sus lugares de origen para disfrutar de las fiestas navideñas, las reuniones con los amigos y el regreso de los mercadillos.
El 14 de diciembre del 2021, es decir en la antesala de la Navidad, había 351 positivos registrados en la comarca, de los cuales 124 estaban censados en Carballo Apenas cuatro semanas después, la sexta ola de la pandemia era más que una realidad y tuvo su pico más relevante aquel martes 18 de enero. Los contagios se habían multiplicado por diez. Era la constatación de que se había bajado la guardia y el uso de mascarillas quedara en un segundo plano. También se había anunciado por aquel entonces la anulación de las 950 multas impuestas por las fuerzas de seguridad de la comarca por los incumplimientos de las medidas fijadas por el Gobierno y la Xunta.
La de enero del pasado año fue la llegada a la Costa da Morte de una nueva variante, la de ómicron, que causó verdaderos estragos entre los afectados. Los primeros afectados, como era de prever, fueron los ancianos de las residencias de mayores. Por suerte, sin llegar a los niveles de mortandad de las anteriores oleadas gracias a que la mayoría de los jubilados contaban con el refuerzo de la primera vacuna. Pero un mes también en el que las estadísticas confirmaban la muerte hasta la fecha de más de 130 personas en el conjunto de la Costa da Morte, la mayoría personas de más de 65 años.
Pero aquella jornada de martes 18 de enero de 2020 estuvo marcada por los colapsos en los centros de atención primaria de la comarca. También en los hospitales de referencia, donde los sanitarios empezaban de nuevo a reubicar a pacientes en otras plantas para dar cobijo a los más afectados por el covid. Se volvieron a paralizar pruebas y operaciones, salvo las prioritarias, ante el riesgo de colapso en gran parte del área sanitaria. Incluso algunas cirugías hubo que posponerlas hasta nuevo aviso. Hace justo un año había que tener cuidado con el covid. Los sanitarios alertaban de que si un paciente daba positivo en el momento de serle realizada la prueba tenía que esperar hasta nuevo aviso.
Aquellos 3.112 activos en un solo día en el conjunto de la Costa da Morte también trajo consigo largas colas y problemas burocráticos para tramitar las altas y bajas laborales por covid, que derivaron en un aumento de la carga de trabajo de los médicos de atención primera y del resto del personal sanitario.