Crúa: olería, fotografía y red con María Barca en Carballo

Patricia Blanco
Patricia Blanco CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

La joven abrió este domingo en la rúa Sol su espacio de creación, su taller. Pero es, en realidad, mucho más...

15 nov 2022 . Actualizado a las 00:33 h.

Afianza la rúa Sol de Carballo su carácter de hervidero cultural. El domingo abrió sus puertas Crúa, con la joven María Barca Pensado (1996) al frente. Será su taller de olería, pero también de fotografía, a la que se dedica, y de manualidades varias. Formada en Bellas Artes, estudia ahora Educación Primaria. De hecho, más pronto que tarde, dice, le gustaría impartir cursos de modelado o de dibujo, o de lo que le soliciten si ella puede asumirlo, para niños y adultos.

Barca es la autora de libro Buño de seu, a la venta ahora también en Crúa, además de en la librería Clarión. El TFG y un año de intercambio en Perú, donde se acercó a la cerámica, la llevaron al mundo de la olería: «Facer cerámica en Perú tendo Buño ao lado?». Por eso María aprendió de los mejores. Hizo prácticas con Fran Gorín y se sigue formando en el torno. Compaginando una cosa y la otra (también sigue vinculada a un taller de cerámica de Berlín en el que fue becaria), va construyendo imaginario. Tiene las puertas de Crúa abiertas para quien quiera acercarse, para quien desee comprar una pieza o una imagen o para, mismamente, sumar ideas. Le gustaría tejer red cultural, empuje juvenil, le agrada «formar parte da rúa» y no le disgustaría llegar a compartir espacio de trabajo, explica: «Facer mesturas». Colaboró puntualmente en la edición de verano del Derrubando Muros con Pintura, un proyecto que le permitió conocer a más creadores carballeses, a saber de gente con ganas de trabajar y de reunirse. 

Lo de la rúa Sol carballesa es curioso. Además de Espiral Maior Foro, con Miguel Anxo Fernán Vello al frente, albergará en un futuro el Centro de Arte Contemporánea Manuel Facal. Estará a tan solo un paso, de hecho, de Crúa, emplazado en el número 36. Fue una casualidad, explica María, acabar arribando a esta calle. Una suerte que ahora la tiene encantada, también por el recibimiento, y convencida de que ha iniciado un negocio propio en un muy buen lugar. Al cursar estudios universitarios, está un poco a expensas de las aulas, por lo que de momento no tiene un horario comercial propiamente dicho. Cuando ella esté dentro, ríe, siempre estará abierto. De no ser así, atiende teléfono y redes sociales.