Adiós a un FIOT notable

Carballo despidió el martes la 31.ª edición de su Festival Internacional Outono de Teatro. Un FIOT notable y de notable (8), a juzgar por la media de las valoraciones globales emitidas por cuatro espectadores seleccionados por La Voz de Carballo, además de las propia redacción del periódico. Un FIOT de 8 para el abogado Carlos Puga, por su carácter de «complexo cultural e de dinamización». Un FIOT de 10, «coas súas cousas mellores e peores», para Chelo Suárez, ahora jubilada. Un FIOT también de 8 para Asun Vázquez, aunque no fue el que más le gustó hasta el momento: «Vin cousa tan boas no FIOT... de saír pletórica». Un festival de 8 también para La Voz de Carballo y de 6 para el sociólogo Santi Pazos, cuyas críticas diarias fue publicando este medio: vio dos o tres piezas muy buenas (y entre ellas sitúa Freak, del apartado OTNI), pero el resto no llegarían a tanto, de ahí su valoración para esta 31.ª edición.

De las valoraciones emitidas por estos cinco espectadores para las funciones de sala, y de las medidas resultantes de sus notas, la mayor puntuación (8,6) se la lleva Silencio, con Blanca Portillo sobre el escenario. Todos alaban la magistral interpretación de la actriz, y eso es algo unánime, si bien la temática se le hizo algo densa a la mayoría y el desarrollo, por momentos, lento. No fue así para Santi Pazos, que además alude a un «texto estupendo».

En segundo lugar, con un 8, se quedaría Pirolíticos, de Mofa e Befa. Destacan los consultados la profesionalidad de Evaristo Calvo y Víctor Mosqueira, la química entre ellos y la capacidad de tratar desde el humor inteligente, con algunos sketchs brillantes, un asunto de plena actualidad y de tanto calado como el feminismo o el impacto del machismo.

Con un 8 se alza también Eclipse total, de la compañía Pont Flotant (Valencia). Ocupa el tercer lugar pues Pirolíticos tiene notas individuales más altas. Alaban los consultados la reflexión que trae el tema («a realidade da vida», «o pouco que somos fronte á intensidade do tempo»), la brillante interpretación de tantos personajes por solo dos personas, la naturalidad al hablar de la muerte y la puesta en escena: «Removiume por dentro», dice Asun.

La voluntad de creer, de Buxman y Teatro Español, se alza con un 7,7. Hablan estos espectadores de un estilo distinto de conectar con el público, de un ejercicio teatral potente de la mano de Messiez, con momentos interpretativos de premio, pero también de un tono global y una resolución a la que le faltó algo. Delata Pazos este «punto de fuga»: no acaba de ver la resurrección.

Muy cerca, con un 7,6, se queda Búho, de Titzina. Chelo vio una temática muy próxima. Una interpretación muy lograda para Pazos y Asun, aunque por momentos algo «lenta» para ella. Un trabajo serio sobre la pérdida de la memoria, en todo caso.

Leo Bassi, con sus casi 70 años en el escenario, logra de estas medias un 7. Teatro u otra clase de arte, dejó el poso de su comicidad y maestría en las tablas, y hasta algo de nostalgia. A Pazos le faltó «capacidade de sorprender».

Recortes, caneos e outras formas de driblar, de CDG y Ainé, logra un 6,8. No disgustó el tema, el planteamiento de pasión y cloacas del fútbol, pero no alcanzó quizás las expectativas de algunos como cierre que era del FIOT, e incluso pudo pecar algo de «moralidade» o «desaxustes». Eso sí, hubo humor, trabajo unido. No recomiendan perdérsela.

Finalmente, con un 6, Impalpable, de Sambuseck. Buena interpretación de las actrices, pero el tema o el modelo de teatro no acabó de calar o transmitir.

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