Rubén Remuiñán: «Danse golpes máis duros, e máis falsos, no fútbol que nos deportes de contacto»

Marta López CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

Ana García

«O primeiro que nos ensinan é a deportividade e o respecto ao contrincante», asegura o excompetidor de deportes de contacto

28 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Eso de que deportes como el boxeo o el kick boxing son peligrosos —dice el carballés Rubén Remuiñán (1977)— es una leyenda urbana demasiado extendida y alimentada por el desconocimiento y la cultura popular. «Danse golpes máis duros, e máis falsos, nun deporte tan estendido como é o fútbol», señala el que fue cinco veces campeón de España en taekuondo, dos veces campeón de Galicia en kick boxing y otra vez más, también a nivel autonómico, en boxeo. Hace especial hincapié en lo de los golpes «falsos» porque —asegura— si por algo se caracterizan esas disciplinas a las que lleva toda la vida vinculado es por su gran «deportividade». «Antes de poñer os guantes, o primeiro que che inculcan é o respecto ao contrincante. É o principal».

En diciembre cumplirá los 45 y lleva prácticamente toda la vida practicando deportes de contacto, pues empezó en el taekuondo con solo 6 años y la última vez que compitió en esa modalidad fue en el 2015. Ahora está centrado en entrenar a los demás. De hecho, con esa finalidad, abrió en el 2014 un gimnasio en Cerceda, el primero en Galicia de su tipología: multidisciplinar, enfocado a esos deportes que tanto ama y con un espacio para albergar veladas de boxeo u otras exhibiciones. Un formato muy popular en Estados Unidos, pero sin demasiado tirón en España, así que se fijaron en el formato americano para su pequeño gran proyecto. Cosecharon importantes títulos y forjaron una buena comunidad de deportistas, pese a que la pandemia se notó, al tratarse de deportes en los que se requiere de contacto y proximidad. El que fuera el antiguo salón de baile Primo acoge en la actualidad, desde mediados de febrero, un servicio ofrecido por el Concello, pero con módicos precios municipales: 10 euros para niños y 18 para adultos. Las instalaciones, como dice el alcalde, Juan Manuel Rodríguez, son «moi amplas e completas».

Ana García

Para embarcarse en la aventura de las artes marciales, Remuiñán, que continúa siendo monitor, considera imprescindible tener un alto nivel de compromiso: «Ou o gozas, ou non o fas. Non é como noutros deportes, non sei de ninguén que se metese nisto a medias», relata el carballés. También hay que estar preparado para los golpes y no perder la motivación, así como entrenar la mente, un aspecto primordial. «Ou estás ao 100 %, ou non rendes. Ao ser un deporte tan individual non hai compañeiro no que descansar ou ao que pasar o balón. Só estás ti».

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Lamenta que, aun después de todo este tiempo, las artes marciales sigan siendo las «grandes descoñecidas» y que no gocen de más popularidad, sobre todo cuando tienen beneficios más allá de la actividad física. En barrios marginales de grandes ciudades estadounidenses, gimnasios de este tipo consiguieron sacar adelante a chavales conflictivos o que provenían de entornos complicados. «Creo que o deporte en xeral, pero en especial estas disciplinas poden axudar na rehabilitación de rapaces con circunstancias difíciles. As artes marciais ensínannos a controlar o corpo, a mente, as emocións... E iso é moi beneficioso», relata Remuiñán, que en su época como competidor en activo recorrió todo el país e incluso llegó a viajar a Eslovenia. «Non competín demasiado en boxeo porque me coincidía coas citas de taekuondo, sobre todo, pero fixen moitas veladas». Una de ellas fue la celebrada en Carballo en 2003. Entonces ya era campeón gallego y salió victorioso esa noche.