¿Qué plantas y árboles hay que podar en invierno en la provincia coruñesa?

Alejandro García Chouciño
a. g. chouciño A CORUÑA / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

PACO RODRÍGUEZ

Expertos matizan en qué casos se debe realizar esta acción sin causar daño

17 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Inmersos en plena época de poda de invierno, los profesionales revisan estas semanas qué arbolados y plantas precisan de este tipo de mantenimiento: ramas que tocan con viviendas, ocultan señales viarias, que estén dañadas y para equilibrar árboles que han sido podados sistemáticamente durante años, son algunos de los principales motivos.

Jardineros e ingenieros agrónomos indican que lo primero que hay que diferenciar antes de nada es si son especies frutales, ornamentales o forestales, y si son caducifolias o perennifolias. Una vez se sabe la tipología de cada uno se podrá determinar el período idóneo para realizar este trabajo. «Se nos referimos a xardíns particulares, o que se soe podar agora na provincia da Coruña son as árbores frutais [manzanos, perales y limoneros entre las más comunes]», relata Guillermo Lamas, técnico de Dixardín y responsable de la concesión de parques y jardines de Carballo. Además de estos ejemplares, estos meses se pueden podar las ornamentales caducifolias sin flor.

Carmen Alonso, ingeniera técnica agrícola y asesora en Carballo, destaca cuáles no se deben podar en esta época: «Hay árboles y arbustos que florecen ahora en invierno. Por ejemplo, todas las plantas acidófilas, como pueden ser los camelios, rododendros, azaleas... Todo eso va a florecer en breve y algunas incluso ya han empezado ahora. Entonces, si lo podas antes le quitas el botón floral. Lo mejor en este caso es podar nada más acabar la floración y tampoco tiene que ser una poda grande. Solo las que molesten y tengan problemas».

Los setos hasta tres veces al año

Los jardineros resaltan que además de conocer cómo se desarrollan las distintas especies, también existen distintos tipos de poda. José Antonio Senra, dueño de Jardinería Senra, afirma que otro trabajo que se realiza en invierno es la de formación de nuevos ejemplares. «Sobre todo en árboles que emiten mucha rama por distintos factores, y se hace para equilibrar y dar la simetría adecuada», argumenta. También existen otro tipo de podas como la de pinzado y la de saneamiento.

En cuanto a los arbustos, Jorge Prieto, de Jardinería Arce, destaca que los setos conformados, como puede ser el de aligustre, se poda tres veces al año. «Una es ahora, otra de cara al verano y la última después del verano», comenta. En el caso de los rosales, hay expertos que sostienen que lo mejor es unas semanas antes de la primavera, para evitar la exposición de los cortes a heladas, y quien opta por hacerlo ahora para que la floración se produzca antes.

La mejor poda es planificar

No obstante, todos los expertos en este ámbito sostienen que lo mejor es evitar tocar el árbol ornamental lo máximo que se pueda y solo actuar por causas concretas. «La buena poda es la correcta selección y la distancia que debe conservar. Lo primero que tengo que saber del árbol es cuánto va a crecer, y a partir de ahí estudiar cuál es el mejor sitio, para traumatizarlo lo menos posible y que pueda desarrollarse de forma plena y segura», sostiene el jardinero Tom Núñez.

Cortes pequeños y herramientas desinfectadas, las claves para no cometer errores

Una vez se tienen localizadas las ramas que deben ser podadas, los expertos matizan qué aspectos son cruciales para dañar lo menos posible al ejemplar con esta acción. Todos inciden en la importancia de la correcta desinfección de todas las herramientas cada vez que se cambie de árbol o planta. «Se hace por si hay alguna enfermedad o plaga y así no se transmita de una especie a otra», precisa Carmen Alonso. Además, José Antonio Senra aconseja que los ejemplares que tengan algún problema detectado en la revisión previa se poden siempre los últimos.

Otro aspecto que evitará que se generen podredumbres, tocones, entradas de hongos, cabezas de gato y otros daños es hacer un corte pequeño y limpio. «Hay que cortar entre el pliegue y el cuello de la rama. Son dos partes que tienen cada una de las bifurcaciones y de esta manera el árbol es capaz de cicatrizar. No se deben cortar ramas que tengan un diámetro mayor a dos o cuatro centímetros, porque esas compuertas con diámetros mayores comienzan a no funcionar bien. Esto en el primer período de formación del árbol. Ramas de calibre mayor ya van a tener problemas», advierte Mónica Maceiras Rioboo, ingeniera agrícola.

Por todo ello, resaltan que la poda siempre debe ser por necesidad y no por norma general y que ante cualquier duda o desconocimiento de la especie se recurra a los profesionales, para evitar que el ejemplar en cuestión se dañe.

Jorge Prieto, técnico de jardinería: «Uno de los problemas más graves del trabajo es que hay árboles muy altos y tienes que saber de nudos para poder subir de forma segura»

 

A. G. CH.

El cuidado y mantenimiento de los jardines históricos de A Coruña corre a cargo de Jardinería Arce. Jorge Prieto es el técnico agrónomo encargado de analizar el estado de los ejemplares que hay en estas zonas verdes.

—¿Qué trabajos realizáis este mes?

—Esta es la época perfecta para podar las caducifolias, porque lo que hacen es parar totalmente su actividad. La savia que circula por dentro de las plantas se para, no hace ninguna función. No se alimenta, pero tampoco gasta energía. Lo ideal es no podar, pero hay situaciones como ramas dañadas o enfermas, malas ubicaciones, excesivos desarrollos... Nos pasa mucho con las ventanas de las casas. Todo esto se controla ahora porque ese daño que le produces no va a resultarle excesivamente gravoso. Vas a reducir las posibilidades de que entre un hongo o una enfermedad, porque hace frío y los hongos y las bacterias son más efectivas con más calor. Además, también hacemos estas semanas la poda de árboles viarios, de formación y de frutales.

—¿Los perennifolios cuándo se podan?

—Estos se podan más bien hacia el verano, aunque también se pueden podar casi en cualquier época del año. La planta es más estable y no tiene unos cambios más bruscos en su metabolismo. Sin embargo, lo mejor es conocer bien cada especie, porque cada árbol tiene sus características.

—¿Casos como el de la higuera?

—La higuera es peliaguda por el látex y tiene además una madera muy blanda. Las podas que hagas tienes que procurar que el corte sea lo más pequeño posible. Esto se aplica con todos. Que sean cortes de menos de dos centímetros de diámetro y procurando no dejar ningún tocón. Que no quede trozo de madera.

—¿Es crucial la formación para hacer estas labores?

—Es fundamental, porque la figura de los podadores es muy importante. Uno de los problemas más graves del trabajo es que los árboles son muy altos y tienes que subir a ellos de forma segura y a veces no puedes tener una plataforma y tienes que saber de nudos. Necesitas muchos conocimientos. Sobre todo porque ahora también hay muchas plagas nuevas con la globalización. Nos ha pasado con cultivos de naranjo, con las palmeras y el picudo rojo, la velutina... Cada vez hay más problemas y tienen relación con la poda muchos de ellos. Con la propagación.

—¿Cuándo no se puede tocar un árbol?

—El único momento en el que no se puede tocar un árbol es en la época de caída de hoja. Es cuando están migrando los nutrientes que hay en las hojas. Si no dejas que esto ocurra, el árbol está perdiendo nutrientes y no tendrá toda la energía que acumula durante el año. En el caso de los ejemplares con flor no se pueden podar cuando tienen los botones florales o están en floración.