Iván Andrade, el concejal de Carballo que más casa: 18 bodas ofició el año pasado

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

El pasado martes, día 4, Cecilia Verza y Miguel Bouroubat se casaron en el salón de actos del Concello de Fisterra. Fue la culminación de un camino que habían hecho desde Tui, y en el fin de la ruta decidieron casarse. Obviamente estaba previsto de antes (aunque todo fue muy espontáneo, ropa y ramo incluidos) y ofició el juez de paz. Nunca habían estado en Fisterra ?«nos encantó», dice Cecilia?, y fue una manera de vincularse para siempre. Ella es de origen italiano y reside en Granollers, de donde es su marido. Fue la primera boda de peregrinos del año en la zona, y muy posiblemente también la primera en general en esta comarca
El pasado martes, día 4, Cecilia Verza y Miguel Bouroubat se casaron en el salón de actos del Concello de Fisterra. Fue la culminación de un camino que habían hecho desde Tui, y en el fin de la ruta decidieron casarse. Obviamente estaba previsto de antes (aunque todo fue muy espontáneo, ropa y ramo incluidos) y ofició el juez de paz. Nunca habían estado en Fisterra ?«nos encantó», dice Cecilia?, y fue una manera de vincularse para siempre. Ella es de origen italiano y reside en Granollers, de donde es su marido. Fue la primera boda de peregrinos del año en la zona, y muy posiblemente también la primera en general en esta comarca Marcos Rodriguez

El alcalde, Evencio Ferrero, supera de nuevo al párroco, pero también otros ediles

09 ene 2022 . Actualizado a las 12:55 h.

El carballés Iván Andrade es el concejal que más casa en la Costa da Morte. El año pasado ofició 18 enlaces, una cifra tan alta que fue superior a la de cualquier concello de la zona en el 2020, salvo (obviamente) Carballo y A Laracha. A cualquier municipio en términos absolutos, con independencia de la forma elegida (Iglesia, juzgados, notaría, Concello...). Cierto que la comparación con el 2020 no es la más idónea, ya que la pandemia redujo mucho los enlaces, que se recuperaron este 2021, pero los datos de cada municipio aún tardarán unos meses en ser publicados por el IGE. En cualquier caso, seguirá en lo alto de la lista con toda seguridad.

Carballo es precisamente una buena muestra de esa recuperación de bodas en el año que acabó. Solo entre los concejales y el alcalde, en el 2020 hubo 25 enlaces (81 en total en todo el término municipal), y en el 2021, 48, prácticamente el doble. Los datos venideros verán cómo se recuperan las cifras superiores al centenar, las habituales.

Iván Andrade le ganó a su jefe, el alcalde Evencio Ferrero, que ofició doce matrimonios, como siempre todas ellas en el salón de plenos. Pero a Ferrero también lo superó Maruxa Suárez Cotelo, con catorce. A mucha distancia, Belén Lendoiro, con una. En la oposición, María Carmen Vila casó a tres parejas, una de ellas su propia hija. En el 2020, Ferrero seguía líder, con once, con Iván segundo, con seis, y Maruxa, con cinco. Son conocidos sus comentarios en broma en las redes sobre quién casa más, y de momento Maruxa aún tiene mucho que hacer para alcanzar al líder.

En cuanto a la manera más tradicional, por la Iglesia, hace ya tiempo que el alcalde y otros ediles ofician más matrimonios que el cura, José García Gondar. En la iglesia de Carballo hubo el año pasado cinco enlaces. Claro que esta cifra hay que ponerla en contexto: García Gondar solo casa a los de la parroquia, que es la más poblada (no ya de Carballo, sino de toda Galicia), pero al fin y al cabo solo una de las 18 del municipio, y los concejales ofician para cualquier vecino de cualquier lugar. Con todo, García Gondar bajó dos con respecto al año anterior.

En otros concellos, este año pasado también hubo aumento de bodas por ediles. Especialmente en Camariñas, dice la alcaldesa.

BASILIO BELLO

«Agradeces moito cando xente descoñecida quere que lles fagas ti a voda»

Iván Andrade Tasende, ingeniero industrial de 36 años, que se encarga de Formación, Emprego e Innovación, es el mayor casador de Carballo y comarca, con 24 enlaces en dos años, y récord de 18 el pasado. Explica que no hay una razón especial que lo explique: el secretario del alcalde suele comunicar cuando hay enlace pedidos y él es de los que les gusta apuntarse. Pero no es el único motivo, porque también hay peticiones expresas, a veces de quienes no conoce. «Agradeces moitos cando xente descoñecida quere que lles fagas ti a voda», reconoce. Quienes saben de su manera de trabajar explican que eso no es casual, sino que Iván se prepara muy bien cada enlace, ya sea con detalles o con texto específicos, incluso con pequeños regalos a los contrayentes atendiendo a la fecha o a las circunstancias. Y no niega (entre risas) que el pique con su compañera Maruxa también es un aliciente. Pero sobre todo influye la actitud: «A min gústame. Non quero que sexa un mero trámite. Se me piden algo, eu quero preparalo ben», asegura el concejal.

Muchas más defunciones que bautizos

Como cada principio de año, la unidad parroquial de Carballo ofrece una estadística de como ha ido el anterior, que sirve para radiografiar un territorio en la demografía cuyos números principales mantienen la tendencia de un saldo vegetativo negativo. En algunos casos, demasiado negativo, y eso que los números no incluyen aquellos niños que no se bautizan (o lo hacen en otra parroquia pese a tener residencia carballesa) o a los que se entierran también en una distinta.

Así, en Carballo hubo 89 bautizos y 130 decesos. Hasta no hace mucho era extraño pasar de 60: ya son más del doble. Los matrimonios fueron cinco, pero a los cursillos prematrimoniales (on-line) fueron 18 parejas. Los datos se completan con 111 primeras comuniones, 96 confirmaciones y 420 matriculados en el catecismo.

En el resto de parroquias las cifras son muy inferiores, pero muestran una idéntica tendencia demográfica. En Bértoa, siete bautizos y 25 entierros. En Ardaña, tres bautizos y 14 defunciones. En Cances, la relación fue de 1-7. Aquí además hubo una boda y tres comuniones. En Lema, el dato es único: ocho entierros. En Lemaio, tres altas y seis bajas. En Oza, tres y ocho, con siete confirmaciones y tres comuniones. En Razo, cuatro bautizos y doce sepelios. En Sísamo y Goiáns, la relación es la más alta: un bautismo y 21 defunciones (y doce confirmaciones). En Vilela, un bautismo, dos muertes y un matrimonio.