Carballo es el concello coruñés con más risga tras las tres ciudades

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

En el comedor social de Cáritas Cee entregan comida todos los lunes a los usuarios
En el comedor social de Cáritas Cee entregan comida todos los lunes a los usuarios Ana García

El 2020 ha sido el ejercicio con menos beneficiarios de los últimos cinco años

27 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Carballo cerró el 2020 con 101 beneficiarios de la risga, la renta de inclusión social de Galicia, lo que mantiene al municipio bergantiñán a la cabeza de la provincia, tras las tres ciudades gallegas. Esta ayuda para personas con pocos o ningún ingreso ha ido mermando en la zona a lo largo de los años, aunque la mayor bajada ha sido la de este último ejercicio, el primero de la pandemia. La cifra de usuarios es la más baja de los últimos cinco años y la tendencia se mantiene, ya que ahora son solo 73 los beneficiarios. El motivo principal es la incompatibilidad con el ingreso mínimo vital instaurado por el Gobierno central. No es que se haya reducido el número de familias que necesitan apoyo, sino que hay más y más recursos a los que acceder. «Se les solicitan unos u otros en función de sus circunstancias», explica la alcaldesa de Cee, Margarita Lamela, y en ello coincide la edila carballesa Maica Ures. En otras comarcas, como la de Barbanza, los hogares que viven de la risga han bajado a niveles de principios de siglo

Las necesidades y su atención no siempre van parejas a la población y se ve en el caso de Carballo, que es el primero de su categoría (de 20.000 a 50.000 habitantes) y a solo 80 casos de Santiago, con datos del 2020. Además, en Carballo aumentó con la pandemia el número de solicitudes de esta renta, justo lo contrario de lo que ha ocurrido en el resto de concellos de la zona e incluso en la propia provincia. Pasó de las 60 peticiones del 2019 a las 79 del pasado año.

«Aínda quedan familias que non teñen ningún ingreso»

El ingreso mínimo vital ha hecho descender el número de risga. El motivo principal, explica la edila Maica Ures, es que se trata de una aportación más elevada. Eso hace que muchos de los beneficiarios de la ayuda de la Xunta opten por la del Gobierno central. Sin embargo, todavía quedan muchos huecos en el sistema. La directora de Cáritas de Cee, Lourdes Pardo, reconoce que las necesidades han aumentado. «Aínda quedan familias que non teñen ningún ingreso», dice. Se trata, en muchos casos, de colectivos que están en situación irregular en España, por lo que no pueden acceder a los apoyos de la Administración. Ahí es donde entra Cáritas, dando respuesta a las necesidades más básicas. La pandemia ha dejado a muchas personas con graves problemas económicos. La entidad ceense, que opera en 7 parroquias de 3 municipios, ha visto como desde que cambió de directiva, hace menos de un año, se ha pasado de atender a 39 familias a las 70 actuales, aunque también ha aumentado el territorio en el que trabajan.

Maica Ures, nunha imaxe anterior á pandemia
Maica Ures, nunha imaxe anterior á pandemia SANTI GARRIDO

En Carballo, la concejala Maica Ures reconoce que la pandemia ha multiplicado la demanda de ayuda en los servicios sociales del municipio. Desde el 2020, las necesidades se han incrementado notablemente, sobre todo por parte de personas que no tenían muy regularizada su situación laboral y que a causa del covid se quedaron sin ingresos. Sin embargo, tanto en el caso carballés como en el resto de los municipios de la zona han crecido poco las ayudas relacionadas con la mejora de la empleabilidad o las que promocionan la búsqueda de un trabajo.

Las mujeres son mayoría, pero el porcentaje varía según los municipios

Una de las cuestiones más llamativas de la risga, que gestiona la Consellería de Política Social, es que las mujeres son las principales beneficiarias, pero no se da esta circunstancia en todos los concellos. Sí es lo más habitual porque uno de los requisitos para percibir esta renta es ser víctima de violencia de género o estar en proceso de abandono del ejercicio de la prostitución. Asimismo, hay una mayoría femenina entre los que piden ayudas no periódicas para, por ejemplo, hacer habitable la vivienda habitual o para acceder a atención sanitaria no cubierta por la Seguridad Social, sobre todo para las personas con discapacidad. También en este tipo de prestaciones Carballo va por delante en el marco de la provincia.

Porcentaje. El pasado año, las usuarias de la risga en la Costa da Morte eran 120, frente a los 88 varones, pero en los anteriores la diferencia entre los sexos era incluso mayor. De hecho, en el 2019, antes de la pandemia, ellas eran el doble que los hombres, aunque en el caso de Carballo había el triple de perceptoras que de varones que cobraran la ayuda (30 hombres y 95 féminas). En el 2020 la situación se equilibró un poco en la capital de Bergantiños y ellos pasaron a ser la mitad que ellas (25 frente a 54). Sin embargo, aunque las demandas de renta que gestiona la Xunta de Galicia bajaron, solo fue para los varones, ya que el numero de mujeres se mantuvo.

A Laracha. Uno de los casos más curiosos se dio el pasado ejercicio en A Laracha. Las solicitudes que estaban bastante equilibradas en cuanto a sexos en años anteriores dieron un vuelco. Si en el 2019 las 14 demandas estaban bastante repartidas (8 hombres frente a 6 mujeres), con el comienzo de la pandemia las cosas cambiaron radicalmente. Hubo la misma cantidad de peticiones, pero 11 de ellas tenían un origen femenino. Además, el número de perceptores en general se incrementó notablemente en el 2020.

Malpica y Muxía. A pesar de que son concellos bastante pequeños, estos dos municipios tienen una cantidad importante de perceptores de la risga. El número de beneficiarios se han mantenido estable a lo largo de los años. Curiosamente tienen mucha más gente con la renta de inserción social que otros municipios de mayor entidad, como es el caso de A Laracha.