En al menos cinco pisos de Carballo se ejerce la prostitución a diario

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

En el casco urbano de Carballo están localizados cinco pisos en los que ejerce la prostitución.
En el casco urbano de Carballo están localizados cinco pisos en los que ejerce la prostitución. Ana Garcia

Son una veintena de mujeres que antes trabajaban en clubes de alterne

20 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Viernes 15 de enero de este año. Vimianzo. En plena pandemia con más de 150 casos activos, vecinos y hosteleros denunciaron de forma reiterada ante el Concello y la Guardia Civil que se ejercía la prostitución en pisos, y eso pese a los toques de queda y los cierres perimetrales fijados por aquel entonces por las autoridades sanitarias. Vimianzo se convirtió en el primer municipio de la Costa da Morte en tomar cartas en el asunto. El ejecutivo de la socialista Mónica Rodríguez ordenó a la Policía Local la realización de turnos de noche los fines de semana para erradicar esta práctica ejercida en pisos toda vez que los clubes de alterne tuvieron que echar el cierre por culpa de la pandemia. Se cifró en unas 40 mujeres. En apenas tres días las fuerzas de seguridad propusieron más de 20 multas.

Vimianzo no es el único Ayuntamiento en el que se ejerce la prostitución en pisos y viviendas unifamiliares. En Carballo también ha trascendido este problema. Terceros, cuartos o quintos sin ascensor, con muchos años de antigüedad y con escasa salida en el mercado inmobiliario, se ofrecían, y ofrecen, para mantener el lucrativo negocio, en tanto que la mayor parte de los clubes de alterne continúan cerrado. En algunos casos, los titulares de los inmuebles eran, o son, desconocedores del fin último del alquiler. En otros casos, la mayoría, los propietarios saben de antemano su finalidad. Las elevadas rentas abonadas delatan este tipo de practicas ilegales.

Ante las reiteradas quejas de los residentes, quienes denunciaron en numerosas ocasiones la continua presencia de hombres entrando y saliendo de determinados inmuebles y el continuo trasiego de turismos en determinadas zonas, la Guardia Civil logró desmantelar un piso de la avenida de Fisterra, en las inmediaciones de A Revolta, en el que supuestamente se ejercía la prostitución. Pero no es el único, ni mucho menos. En la Guardia Civil hay constancia de al menos otros cinco inmuebles para estas prácticas. Desde el instituto armado se ofrecen incluso nombre de calles: río Xallas, rúa Ourense, Gran Vía, rúa do Hórreo y en un piso situado en las inmediaciones de la estación de autobuses carballesa. En todos estos casos ya hubo quejas vecinales, incluso, alguna que otra denuncia.

Pero la verdadera problemática para erradicar esta actividad en los pisos particulares estriba en las grandes limitaciones a las que se enfrentan las fuerzas de seguridad para denunciar a los infractores. «La legislación al respecto es muy clara: solo se puede acceder a una vivienda particular si el dueño, o el morador, da su permiso, si en las fuerzas de seguridad tenemos constancia de que dentro de ese inmueble se está cometiendo un delito [penal] flagrante, o si tenemos una orden judicial», apuntaron desde las fuerzas de seguridad, quienes añadieron: «En el caso del ejercicio de la actividad comercial en un piso particular se trataría de una sanción administrativa, nunca penal, por lo que para poder intervenir tenemos que tener autorización, bien de la autoridad judicial, bien de las autoridades sanitarias, siempre que se considere que existe un riesgo de salud pública».

Mientras que eso no suceda en la Guardia Civil y la Policía Local solo pueden hacer una cosa: «Esperar fuera de los clubes de alterne y de los pisos en los que sospechamos que se ejerce la prostitución y sancionar a los clientes, nada más».