Carballo: un concello con mucho dinero y bastante emigración

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

ANA GARCIA

EL ECUADOR DEL MANDATO | Las cifras que definen al municipio, con alto potencial turístico: habitantes, inversión en obra, millones en el banco... De otro lado, un frente marítimo a punto de cambiar

23 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Carballo es muchas cosas, y entre ellas un conglomerado de cifras que sirven para radiografiar una realidad diversa. En la Costa da Morte es de los que mejor se comportan ante el bajón demográfico, pero en Galicia ha caído dos puestos ante el empuje metropolitano de Ames y Arteixo, que ya lo superan: ocupa ahora el puesto 13 en los municipios más poblados con los 31.429 habitantes (que ya son más, aún no de manera oficial, y de hecho la capital municipal es la parroquia más poblada de las casi 3.800 de Galicia).

El auge del polígono y de la futura ampliación debería levantar esta posición. Carballo es uno de los concellos que más obra licitan de Galicia, por encima de ciudades o municipios que lo superan de largo en población, con el evidente impacto en sus empresas y empleos. El municipio tiene casi 2.400 desempleados, según las cifras mensuales de la Consellería de Economía, y poco más de seis mil emigrantes de tres generaciones acumuladas.

Once millones de euros en el banco y seis para gastar, en marcha desde hace semanas, uno de los remanentes más importantes de A Coruña. Un presupuesto de 26 millones para este año que acabará superando los 30. El municipio posee un potencial turístico de los mejores de la provincia, y una de las principales capacidades hoteleras de la zona. En movilidad, apostó en su momento por opciones arriesgadas (y protestadas) que al final las está implantando incluso la DGT.

El frente marítimo, a punto de cambiar

Uno de los elementos identitarios del municipio de Carballo es la fachada litoral de Razo y Baldaio. Cambiará radicalmente en los próximos años, con un proceso de planes especiales en marcha: coches fuera del borde marítimo, más zonas verdes, aparcamientos alejados del mar, calles reservadas a residentes... Una revolución aún sobre el plano que llamará la atención cuando sea una realidad.