Los 55 años de cura de José García Gondar, párroco de Carballo

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

Ana Garcia

Carballo no es una plaza cualquiera: con la unidad pastoral de las limítrofes que dirige, es una de las más pobladas de Galicia, sino la que más

16 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El párroco de Carballo cumple esta semana 55 años de cura. Los hará pasado mañana, viernes, cuando fue ordenado sacerdote por el cardenal Quiroga Palacios. Una fecha para recordar (todas lo son, en realidad, cuando hay motivo), y por ello el párroco ha escrito una oración-carta que ha publicado en el último número de la revista A Xanela, en la que aprovecha para hacer un rápido repaso de su ya larga vida sacerdotal, que se ha centrado sobre todo en Carballo, tras un rápido paso por Pontedeume (dos años), y otro menos rápido por la iglesia de Salomé, en el casco antiguo de Santiago (4 años). En Carballo, más o menos dentro de año y medio, cumplirá medio siglo de ministerio. Y Carballo no es una plaza cualquiera: con la unidad pastoral de las limítrofes que dirige, es una de las más pobladas de Galicia, sino la que más. Las ciudades están divididas en varias áreas parroquiales y muy pocas superan por sí mismas las 25.000 personas.

En su escrito, García Gondar hace balance de su trayectoria sobre todo para dar gracias. A sus padres, por ejemplo, «Manuel e Carmen, pola gracia de desfrutar deles ata os 97 anos, e poder coidalos, devolvéndolle algo do que eles por min fixeron... Como se sacrificaron marchando a Venezuela para que puidese estudar», y acompañándolo muchos años.

También a los profesores y formadores del Seminario. Y a quienes lo animaron desde el principio, especialmente a los cardenales Quiroga y Suquía.

Y también a Antonio Rouco, quien lo nombró vicario hace ya mucho, además de al actual arzobispo, Julián Barrio, «por todo o apoio á tarefa pastoral desta parroquia», además del que le dio, de manera personal, cuando murieron sus padres.

En este balance-agradecimiento no se olvida de los párrocos con los que ha compartido, o comparte, tantos años de sacerdocio en Carballo: Ramón Antelo, Jesús Barrientos, Jesús Antelo, Eduardo Puga, Manuel Rodríguez (treinta años juntos), además de a Xosé Pumar. O a las Fillas da Caridade, con las que también lleva colaborando toda su vida pastoral, lo mismo que los voluntarios de Cáritas y el personal de la parroquia. Y, finalmente, ya habla del futuro inevitable, cuando llegue el momento: «En Carballo quero rematar a miña vida. E no camposanto, onde acompañei a tantos carballeses, quero repousar ao lado dos meus pais».