Se enfrenta cada uno de ellos a sendas multas de 700 euros. En la asociación de hosteleros aseguran estar «fartos de discutir coa xente»
11 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Los sugerentes bailes latinos y de reguetón protagonizados por dos parejas o cantar La camisa negra de Juanes a todo trapo, sin respetar las distancias y sin mascarillas les puede acarrear 700 euros de multa a sus protagonistas. En concreto, dos propuestas de sanción: 100 euros por no tener la mascarilla, o no llevarla de forma correcta, y otros 600 euros por no respetar las distancias de seguridad.
Estas son las propuestas que, desde la Policía Local de Carballo, se elevarán ante la Xefatura Territorial de Sanidade en A Coruña, organismo competente en esta modalidad de infracciones administrativas. Así, la Policía Local abrió una investigación este domingo al tener conocimiento de la existencia de un vídeo, difundido a través la redes sociales, en el que varias personas se saltan supuestamente y de forma retirada los protocolos sanitarios cuando se encontraban en el interior del Oito Bar, situado en la céntrica rúa Coruña de Carballo. Los agentes han identificado a 15 personas y ya pasaron a testificar por la jefatura varias de ellas, como las tres camareras y uno de los gerentes del establecimiento. Se investigan a nueve personas por quebrantar los protocolos sanitarios.
Si a los protagonistas del vídeo les puede tocar pagar a cada uno 700 euros de multa, a los dueños del establecimiento les puede caer un cierre temporal del bar además de una sanción por infracción sanitaria -600 euros si es leve, 3.000 euros si es grave-. La policía Local ultima la investigación para dar traslado del expediente al Concello. El equipo de gobierno local será, si lo estima oportuno, el que decrete el precinto temporal del local.
En la asociación de hosteleros aseguran estar «fartos de discutir coa xente»
Desde la Asociación da Hostelería de Carballo han mostrado su «indignación e malestar ante uns feitos que resultan deplorables e ofensivos para o colectivo». Dijeron que estaban «fartos de discutir coa xente» y por eso hicieron un llamamiento a todos los potenciales clientes «para evitar que se volvan repetir uns actos», que esperan se queden «nun feito puntual». Solicitaron colaboración a los clientes, a las fuerzas de seguridad y al resto el tejido hostelero local «para acatar as normas vixentes», ya que está en las manos de todos «facer fronte a esta situación».
La asociación hostelera de Carballo condenó «este tipo de actos, que poñen en risco a saúde física e económica da vila», donde, según ellos, la mayor parte de los autónomos «intentan cumprir coas normas». Pero también dejaron claro que los hosteleros no son policías, simplemente trasladan a sus clientes las normas de conducta.