Los centros sociales de Carballo siguen cerrados por el covid

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

Ana Garcia

Los dos nuevos, en Bértoa y Lema, tampoco pueden abrir

10 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La pandemia ha trastocado múltiples aspectos del día a día, y algunos pasan más desapercibidos que otros. En Carballo, por ejemplo, centenares de personas no pueden hacer uso de los espacios de los centros sociales. Doce, repartidos en otras tantas parroquias, o trece, si se incluye la zona reservada del Pazo da Cultura, que es la reservada como tal en el casco urbano. Dos que faltan son los de Bértoa (el antiguo, junto a la iglesia, está llamado a desaparecer) y Lema. En ambos casos, con obras terminadas. La de Bértoa, con el equipamiento pendiente, ejecución toda nueva, y el de Lema, también distinta construcción tras derribar el anterior, e incluye un recinto con parque infantil y biosaludable. La parroquia que queda es la de Goiáns, que tendrá un centro social en Xoane, en una parcela cuyo cambio de calificación urbanística acaba de salir a exposición pública. La construcción queda para más adelante, desde luego para el año que viene como mínimo.

Pero el caso es que todos estos locales están cerrados desde marzo, y con ellos las opciones de ocio de vecinos y cursillistas e numerosas actividades, desde gimnasia de mantenimiento (la más exitosa) hasta manejo de móviles o zumba, entre otras opciones. El primer aspecto, el ocio, no es tema menor, ya que estos locales eran la vía de escape para muchas personas, para hablar o jugar la partida. Pero la necesidad de mantener las distancias, los aforos o incluso garantizar las desinfecciones de los elementos comunes o usados hacen impracticable por ahora su uso. Las entidades sociales son las que autogestionan estos locales, pero en último caso dependen del Concello. Otra cosa es que se pueda ceder a alguna entidad, bajo estricto control, el uso de alguna dependencia para un determinado momento (hay alguna petición al respecto), pero no para uso público generalizado.

El cierre de estos locales implica, también, que no haya reuniones de los consellos parroquiales. Hace justo un año, en octubre del 2019, que dejaron de celebrarse. En la primavera, obviamente, no pudieron retomarse, y en este otoño tampoco se hará. Habrá que esperar varios meses, y eso si las cosas mejoran.