Siete conductores caen cada día en el radar de la Policía Local de Carballo

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

ANA GARCIA

Hasta marzo se tramitaron 499 denuncias frente a las 541 del primer trimestre de 2019

09 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace ahora justo trece años, y después de la realización de un curso formativo específico, la Policía Local de Carballo utilizaba por primera vez un vehículo-radar cedido por la Dirección General de Tráfico. Lo hacía de forma compartida con otros puestos de la Costa da Morte, como Vimianzo o Camariñas, con el objetivo de poner coto a los desmadres al volante. El Fiat gris con franjas amarillas y el membrete de la DGT en azul es ya todo un habitual en los accesos y salidas del casco urbano de la capital de Bergantiños.

En la actualidad el vehículo rotulado continúa haciendo labores de Gran Hermano por el caso urbano. El coche patrulla sigue en régimen de cesión por parte de la Dirección General de Tráfico, pero desde hace dos años de uso exclusivo de los agentes de la Policía Local de Carballo.

Pues bien, los últimos datos facilitados por el Concello carballés reflejan una leve caída en las cifras de tramitaciones de denuncias. Los datos recogidos entre los días 1 de enero y 15 de marzo -fecha esta última en la que el Gobierno central decretó el estado de alarma y confinamiento de la población- indican una merma del 8,2% con respecto al mismo período del 2019. Eso sí, hay que tener en cuenta que en febrero del pasado año no estuvo operativo el vehículo patrulla por cuestiones técnicas. En todo caso, el radar móvil de la Policía Local multa cada día a una media de siete conductores.

Límites

Las estadísticas municipales reflejan que entre el 1 de enero y 14 de marzo el radar móvil identificó a 29.027 vehículos, de los que 499 superaron los límites máximos establecidos por tramo. Es decir, el 1,71 % del total investigados. De las 499 multas tramitadas, treinta conllevaron, además de una cuantía económica, la retirada de entre dos y cuatro puntos en el permiso de conducción. De los dos trimestres analizados en esta ocasión, el mes de mayor incidencia fue enero del 2019, con 335 propuestas de multa; es decir, a una media de 11 conductores sancionados al día, muy lejos de los 7 del primer trimestre de este año

Sin embargo, a partir del 15 de marzo el radar móvil dejó de operar de forma temporal. Lo hizo durante la vigencia del estado de alarma y confinamiento de la población. Es decir, desde mediados de marzo hasta principios de junio (cuando entró en vigor la fase cero de la desescalada), período en el que los agentes se encargaron y priorizaron las labores de vigilancia y control de peatones, conductores, empresarios y autónomos en el cumplimiento del real decreto vinculado al estado de alarma.

Subdelegación del Gobierno

Los agentes de la Policía Local de Carballo tramitaron entre mediados de marzo y principios de junio 130 multas ante la Subdelegación del Gobierno en Galicia.

Una horquilla que oscila entre los 100 euros de sanción y los 600 y la retirada de 6 puntos

Imagínese que accede a una vía urbana limitada a 30 kilómetros por hora. Se trata de una velocidad a la que cada vez se adaptan más ciudades, como es el caso de Carballo desde hace años, para tratar de conciliar la convivencia entre conductores y peatones. Y todo ello con el doble objetivo de hacer las calles más seguras y, de paso, reducir las emisiones de CO2. Sin embargo, no es el primero, y tampoco será el último, que con este límite a 30 va circulando a 55-56 kilómetros por hora, apurando por encima del clásico tope máximo establecido de 50 en las ciudades.

Pues bien, según el cuadro vigente, publicado por la Dirección General de Tráfico, ir por un tramo limitado a 30 a 51 kilómetros por hora supone una sanción de 300 euros y la retirada de dos puntos en el carné. La cuantía mínima es de 100 euros y sin retirada de puntos y la máxima, 600 euros y seis puntos menos en el carné de conducir.

Tramos limitados a 20

Pero en Carballo hay numerosos tramos limitados a veinte. Si se circula -dependiendo de la sensibilidad del radar móvil- a una velocidad máxima de 40 kilómetros por hora, el infractor, o infractora, deberá abonar 100 euros -sin retirada de puntos- y si transita entre los 41 y 50 kilómetros por hora le supondrá una multa de 300 euros y dos puntos menos. Y si se supera esa velocidad el importe variará entre los 400 y 600 euros y la retirada de entre 4 y 6 puntos en el permiso.

«Una de las premisas es que el coche radar esté siempre visible»

Según explicaron ayer fuentes municipales, una de las premisas prefijadas a la hora de habilitar en una calle, vía o avenida del casco urbano, el vehículo patrulla de la Dirección General de Tráfico es que esté siempre «esté visible» para los conductores. Una medida que tendría por objetivo, según indicaron desde el consistorio, «la de prevenir accidentes y atropellos y concienciar a los conductores, y no la de sancionar».

«Reducir a velocidade no casco urbano foi un gran acerto»

En pleno junio, y con la entrada en vigor de la fase cero de la desescalada, la puesta en marcha por parte del Concello de iniciativas como el Metrominuto o los aparcabicis, que junto con la limitación de la velocidad a 20-30 por hora, dieron como resultado que más gente haya optado por el uso de las bicicletas para los desplazamientos. Es, al menos, lo que percibieron en el equipo de gobierno, que también pudieron constatar que desde el fin del confinamiento se multiplicaron «os desprazamentos a pé e en bicicleta». En este sentido, el edil de Mobilidade, Juan Seoane, dijo estar encantado con ver «a tanta xente camiñando e tantas bicis en Carballo».

El concejal también habló ayer de las últimas cifras relacionadas con las multas impuestas por el radar. Señaló que «reducir e limitar a velocidade no casco urbano foi un gran acerto». Y argumentó: «A xente ten unha maior sensibilización e un maior grao de concienciación á hora de axustar a velocidade aos tramos limitados». Recordó que el objetivo del equipo de gobierno con respecto a este tipo de medidas no es sancionar sino prevenir accidentes, sobre todo en aquellas zonas de mayor sensibilidad como son las inmediaciones de los colegios y los institutos».