Ganas e incertidumbre en la vuelta a los institutos de la Costa da Morte

Caterina Devesa CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

Los estudiantes regresaron concienciados con las medidas sanitarias y con ganas de ver a sus compañeros

24 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Los alumnos de los primeros cursos de ESO, Bachillerato y ciclos de FP, comenzaron ayer el curso escolar en una jornada marcada por la incertidumbre, pero también por las ganas de volver a las aulas y reencontrarse con los compañeros.

Uno de los complejos que afrontó con mayor dificultad el regreso fue el IES Alfredo Brañas, en donde los padres y madres de los alumnos no ocultaron su preocupación, ya que el instituto recupera la actividad presencial sin haber recibido las 209 mamparas necesarias para las clases en las que no es posible mantener el metro y medio de separación entre pupitres. «Preocupados estamos todos, pero non penso que haxa que facer drama. O que é certo é que dende a consellería tiveron seis meses para planificar á volta e atopámonos con desidia. Pasáronlle o vulto aos centros, que son os que se comen os marróns», apuntó Xavier Graña, padre de un alumno de 12 años. Más nerviosa estaba Felicidade Montoya, madre de dos estudiantes de ESO. «Una se quedó en casa porque se encuentra mal y vino su hermana que comienza segundo. Está pendiente de saber en qué clase la ponen porque quiere estar con sus amigas», indicó la mujer, que explicó que está angustiada por la posibilidad de que se dé un positivo en el instituto. «Tengo una niña de tres años que padeció neumonía siendo más pequeña y le han quedado secuelas. Tenemos que tener mucho cuidado porque si ella se contagia podría ser complicado», manifestó la mujer. Para evitar posibles casos, en el Alfredo Brañas organizaron la entrada de alumnos de forma escalonada atendiendo al protocolo.

Desinfección y control

El gel hidroalcohólico no falta en ningún centro y en muchos, como en el IES Agra de Leborís de A Laracha, también hacen un control de temperatura en los accesos. Además, el suelo del exterior del complejo pintaron unos círculos blancos para marcar la separación de metro y medio entre personas. Igualmente, todas las medidas de seguridad se siguieron en el IES Parga Pondal de Carballo. «O inicio foi sorprendentemente tranquilo, oxalá sigamos así todo o curso», indicó el director, Suso Pensado, que explicó que en el centro no han tenido que instalar demasiadas mamparas en las aulas: «Puxemos poucas porque puidemos adaptar a maioría dos espazos».

Los alumnos, concienciados con las medidas sanitarias

Los alumnos regresaron a clase concienciados con las medidas de seguridad ante el coronavirus y sin miedo al contagio. Para la mayoría de los estudiantes de secundaria, la vuelta supone recuperar la rutina y volver a ver a sus amigos. «Preferiría seguir estudiando en casa para dormir más, pero por el virus no estoy preocupado», comentó Kevin Botana, que comienza este curso segundo de ESO. «Usar la mascarilla ya no me incomoda porque me he acostumbrado, y mis compañeros creo que igual», indicó el estudiante.

Jornada de huelga

Para los jóvenes, el motivo de nervios en la primera jornada era saber con qué compañeros les tocaba en clase y qué tutor tendrían. Algunos de los profesores no estuvieron presentes en esta vuelta a las aulas, ya que para ayer estaba convocada una huelga de secundaria. «No noso caso viñeron igual moitos docentes a traballar», indicó la directora del IES Alfredo Brañas.