A falta de columpios y toboganes buenos son balones y patinetes

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

16 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Niños haber los había y muchos, pero nadie tocó el columpio ni esa especie de pirámide de cuerdas que recuerda el recinto destinado a los chimpancés en los zoos. El parque infantil de la plaza del Concello de Carballo estaría el año pasado en esta fecha y con este tiempo de bote en bote. Lleno de gritos, bocadillos a medio merendar y progenitores y abuelos en los bancos. Ayer permanecía aislado por las cintas plásticas de la Policía Local, como lleva desde mediados de marzo. Más solo que la una.

El centro estaba vacío, pero no la periferia. En el recinto de los juegos ni un alma, pero en los alrededores los niños jugaban como si tal cosa. El tobogán seguía precintado, pero la plaza es mucha plaza como para desperdiciarla y es suficiente una pelota, unos patinetes o unas bicis para divertirse. Al campo no se le pueden poner puertas y los niños en la calle, con otros niños, se comportan como niños. De poco ha servido que cerraran el minicampo de fútbol si hay un espacio enorme para darle patadas al balón. En eso sí que se notó el cambio de fase, se notaba algo más de relajo, sobre todo entre los preadolescentes, bromeando, riendo, abrazándose y compartiendo un banco demasiado pequeño para tanta juventud.

Los que sí parecen haber desaparecido son los mayores que antes del covid-19 compartían o se disputaban espacio con los menores de 15. Sus bancos habituales están ahora más vacíos.

El Concello de Carballo empezó ayer a prepararse para la apertura de los parques y lo hizo comenzando por el de A Balsa, donde por la tarde empezaron a aparecer, tímidamente, algunos pequeños con sus madres. Apenas fueron una anécdota. Estos días atrás hubo más ambiente por la noche, en el minibotellón clandestino. Mañana el del jardín estará abierto. A ver cuántos lo estrenan.