«Entre Almería y Carballo no encontré ningún control de movilidad»

C. Viu CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

Imagen de archivo de un control en Molina de Segura
Imagen de archivo de un control en Molina de Segura Marcial Guillén | Efe

Un jubilado relata como regresó a su casa de Galicia en plena pandemia

12 jun 2020 . Actualizado a las 20:42 h.

Miguel Ángel Rodríguez regresó a su casa de Carballo el 12 de mayo. Salió de Garrucha, un pueblo de Almería, a las seis y media de la mañana, y en doce horas ya se había plantado en Bergantiños. Lo hizo sin encontrar en su ruta -de casi 1.200 kilómetros- ningún coche de policía, y eso que pasó por ocho provincias españolas cuando estaba prohibido el tránsito entre ellas y en Madrid aún no habían iniciado la desescalada.

«Entre Almería y Carballo no había ningún control de movilidad por el coronavirus», dice, lo que da verosimilitud a las quejas de vecinos de la Costa da Morte sobre la presencia en la zona de residentes en Madrid. Curiosamente, en Garrucha también se dieron numerosos casos de movilidad incontrolada. Miguel Ángel Rodríguez pasa allí los inviernos desde hace tiempo y conoce la procedencia de buena parte de los que tienen apartamentos, y los procedentes del centro del país eran también mayoría.

Miguel Rodríguez, en Garrucha, Almería
Miguel Rodríguez, en Garrucha, Almería

Él y su esposa estaban allí desde el 2 de enero, y pasaron el confinamiento en la localidad almeriense. Debían regresar a Galicia en mayo, porque él tenía pruebas médicas relacionadas con un marcapasos. De hecho, el carballés está ahora ingresado en el Chuac, a la espera de una intervención quirúrgica.

Iniciaron el viaje con toda la documentación a mano, incluidos los recibos del supermercado que probaban su estancia en Garrucha desde enero, convencidos de que tendrían que dar explicaciones de sus motivos de la vuelta a casa, pero no se dio el caso de tener que hacerlo. Eso sí, tuvieron que comer lo que llevaban en el coche, porque los restaurantes en ruta estaban cerrados.