Adiós al alcalde tranquilo

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

BASILIO BELLO

José Sánchez Vilas | El principal logro del primer regidor de la democracia en Carballo fue como empresario: el polígono de Bértoa

13 abr 2020 . Actualizado a las 06:47 h.

El primer pleno presidido por Sánchez Vilas se celebró el 2 de mayo de 1979. Acababa de ser elegido alcalde y había que nombrar a los miembros de las comisiones informativas. La oposición le acusó de «antidemocrático» porque repartió las presidencias entre sus concejales. No se inmutó. Se limitó a decir que su objetivo era sacar adelante el programa de UCD que «el pueblo había votado». En esa primera sesión sentó las bases del que iba a ser su mandato.

El primer regidor de la democracia murió ayer, quizá con la misma tranquilidad con la que gobernó y con la misma discreción con la que dejó la actividad pública porque política hizo muy poca. Ese papel se lo dejó a su primer teniente de alcalde, Manuel Andrade, y él se limitó a seguir siendo un empresario de éxito, apreciado por todos, un vecino querido y poco contestado.

Nunca fue un profesional de la vida pública, nunca cobró en los 12 años que dirigió el consistorio. También es cierto que su principal logro fue precisamente lo que tenía que ver con su faceta comercial. Fue uno de los principales impulsores del polígono de Bértoa, el hoy motor económico de Carballo. Fue diputado provincial y ejerció de tal. También se ocupó de la zona rural, que estaba hecha una pena cuando llegó la democracia, y al casco urbano le dio calles asfaltadas, piscina, colegio de A Cristina, el San Martiño y la estación, pero lo principal es que tuvo que aprenderlo todo de cómo se debía funcionar en democracia. Ahí le fue bien la impronta empresarial porque uno de los problemas en 1979 era que el ayuntamiento ni pagaba a proveedores ni ya le suministraban nada.

En torno al 90 le cogió algo de gusto a la política, cuando Carballo fue centro de la batalla entre Cuíña y Romay por el control del PP. Le duró poco el interés y en el 91 abandonó la vida pública.

Probablemente uno de los momentos más extraños que vivió fue cuando tuvo que preguntarle al diputado Antonio Vázquez Guillén si era cierto que la OTAN tendría una base entre Carballo y A Laracha. Solo hacía dos meses que era alcalde. Seguro que no se puso nervioso.