El ejecutivo carballés todavía no ha tomado una decisión sobre la celebración del mercadillo
14 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Primero fue el Concello larachés en tomar la decisión de suspender, sine die, el multitudinario mercado dominical de Paiosaco, que se celebra el primer y tercer domingo de cada mes. Ayer secundaron la medida los de Fisterra, Cee, Laxe y Zas. En el caso de Fisterra, en la mañana de ayer hubo puestos en la zona de A Ribeira, pero el alcalde, José Marcote, argumentó que no había dado tiempo a notificar a todos los autónomos la suspensión del mercadillo. En Laxe, el mandatario, José Luis Pérez Añón, señaló que se había tomado la decisión de cancelar hasta nueva orden el mercadillo de los viernes.
El de Zas, Manuel Muíño, también se sumó a las medidas impuestas en otros concellos y decretó la suspensión de la feira de Baio, aunque, eso sí, mostró su malestar con la Xunta y el Gobierno: «A nós como concellos mándansenos unha serie de recomendacións, pero o que precisamos son indicacións claras, porque nós non temos competencias en materia sanitaria». Y añadió: «Por unha banda din unha cousa, pero pola outra tampouco deixan claras outras. Non entendo, por exemplo, que se blinde a Comunidade de Madrid e, non obstante, hai turistas madrileños que estes días viven nas súas segundas residencias sen que ninguén diga nada». Con respecto a la cancelación del mercadillo de Baio, Manuel Muíño considera incongruente que «por unha banda se recomende a súa cancelación por un tema de aglomeracións e pola outra se manteña a actividade normal nos bares e restaurantes. Non estou en contra de que os bares e os restaurantes estean abertos, pero si das incongruencias sobre que pode estar aberto e que non, o que se pode suspender e o que non. Niso en Italia foron moito máis claros e contundentes ca nós».
Mientras, en Carballo, el equipo de gobierno no tiene todavía decidido si va a suspender, o no, la feria del próximo jueves y, sobre todo, la del domingo. El alcalde, Evencio Ferrero, dijo ayer que estaban valorando todas las opciones. Incluso habló de dudas a la hora de suspender la feria: «Falamos de alimentación, e non temos claro se podemos cancelar un evento destas características, ao igual que a praza de abastos», argumentó el alcalde.
Curas de la zona ya tomaron medidas antes de que los obispos gallegos suspendiesen los oficios
Algunos curas de la comarca ya empezaron a tomar medidas por el coronavirus antes de que los obispos gallegos decidiesen ayer por la tarde suspender todos los oficios religiosos, funerales y demás actos de acuerdo con las medidas acordadas por el Gobierno central y la Xunta. Y algunos de ellos, como la unidad pastoral de Carballo y la de Vimianzo, las habían hecho públicas a través de comunicados.
Así, en ambos casos decidieron anular las catequesis presenciales. En Vimianzo, Daniel Turnes circunscribió las misas dominicales, ahora anuladas, a solo en la iglesia principal de la capital municipal, anulando por tanto las de Cambeda, Calo y Castrelo, pero en todo caso reservando horas específicas para cada una de ellas. Además, para los funerales, el aforo máximo se imponía en 150 personas, con entradas a repartir por la familia. Una cantidad que es muy inferior (ronda las 400 plazas) al aforo de la iglesia.
En Carballo también aplazaban las clases, cursos, reuniones y asambleas, que no son pocos, atendiendo casos urgentes caritativos y sociales. Y fomentando aún más la formación telemática, algo en lo que destaca.