El Concello carballés abre expediente a la empresa de la calle Barcelona

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

ANA GARCIA

Los vecinos protestan por la demora y las molestias que les causan las obras

03 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Durante la mañana de ayer, la adjudicataria del proyecto de reurbanización de la calle Barcelona de Carballo, la empresa Fonsan, tenía que estar hormigonando la parte que queda de la vía, la más próxima a la calle Fomento, pero solo se veía trabajar a dos operarios, por un lado, y a uno por otro. Ese, el de liquidar lo que queda en superficie, era el compromiso que había adquirido la firma con el Concello, para intentar acelerar la última fase de los trabajos, según fuentes del gobierno local, pero no fue así. A ver hoy. Es cierto que casi todo el mes pasado la lluvia fue casi constante y no favoreció que se aceleraran los trabajos, pero justamente ayer lució el sol.

Las demoras ya empiezan a ser muy altas, y los vecinos se quejan. La reforma de esta vía, una de las que tienen mayor dinamismo el centro carballés (varios negocios, Abanca, Seguridad Social...) tendría que estar terminada a principios de octubre, y ya pasa de dos meses de exceso sin que se vea el final. Por todo ello, el gobierno local ha abierto un expediente a la compañía, que habrá que ver cómo acaba (puede ser una multa, o incluso puede ser nada). Teniendo en cuenta que justo antes de las Navidades se produce el parón vacacional en el sector de la construcción, y los obreros no regresan hasta después de Reyes, es evidente que en el mes de enero aún habrá mucha actividad. No tanto por la calle Barcelona, que también, sino porque queda todo el tramo de la Luis Calvo hasta la rotonda de la Ponte y la Perú, que también está en obras y que obliga a habilitar un solo carril de dirección única, redirigiendo el tráfico en sentido contrario (hacia Coristanco) por otra perpendiculares por Xesta, Fiúnchos y Nébedas.

Los vecinos, sobre todo los comerciantes, pero también los residentes, están muy enfadados. Ayer, varios de ellos analizaron el estado de los trabajos y, aunque prefieren el anonimato, expresaron sus críticas por el estado de la calle. Un portavoz recordaba que el cierre de la vía se produjo el 7 de julio, así que tendría que estar lista el 7 de octubre. Obviamente, ni el de diciembre, que además será sábado. Este portavoz se queja además de la indefinición que ha habido en algunas actuaciones, por ejemplo a la hora de reservar espacios para las farolas, con lugares previstos que hubo que revisar posteriormente. También lamentan, entre otros temas, que los diseños son muy mejorables en la intersección con la calle Tarragona. «Ás veces faise algo, logo vólvense atrás, o que se fai desfaise e parece que non hai criterio», señala este vecino, quien insiste en que refleja el sentir de otros muchos, tras hablar con ellos, así como los comerciantes, que son los principales perjudicados tras tantos meses de espera.

Además de las obras de esta vía, todos los residuos y muchos materiales se están acopiando en un solar vacío situado entre las calles Fiúnchos y Carlos Casares, donde hasta no hace mucho pastaban ovejas. Ahora, todos esos residuos esperan para ser trasladados a un gestor autorizado. Más adelante, ese mismo espacio se habilitará para construir un aparcamiento por el sistema habitual de comodato.