Las autorizaciones de los puestos, que están ocupados al 50 %, acaban la mayoría el año que viene y se pretende revitalizarlo
28 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.El modelo de los mercados municipales está superado. Nacieron como una forma de garantizar las condiciones higiénico sanitarias de los productos frescos, pero esa condición se ha quedado claramente obsoleta en vista de las evoluciones del sector.
Sin embargo, en Carballo apostaron fuerte por el suyo, que tiene una ubicación privilegiada en la plaza central del pueblo, e invirtieron de manera decidida hace 10 años en su reforma integral.
Todo ello, aunque está mucho mejor que la media, no le ha servido para desarrollar ni de lejos todo el potencial que se le esperaba. En estos momentos está ocupado al 50 % con cuatro carnicerías, seis pescaderías, tres panaderías, unta frutería, una floristería, un bar, una quesería y dos comercios que no son de alimentos. Cuenta con una oferta basada en productos de proximidad y calidad que se complementa con las ferias de los jueves y los domingos, pero el Concello pretende ir más allá. En febrero del año que viene acaban la mayoría de las autorizaciones de explotación y desde la Concellería de Feiras e Mercados, que dirige Juan Seoane, tienen la determinación de «revitalizar a tradicional praza de abastos de acordo coas demandas da sociedade actual». Solicitaron una subvención a la Xunta, que le concedió 7.623 euros, la mitad de lo que cobra la empresa a la que encargaron el estudio para diseñar su plan de futuro.
En estos momentos se está llevando a cabo un diagnóstico de la situación actual para establecer la propuesta de usos que contribuya a su revitalización. Lo que no quieren en el Concello es que el Mercado Municipal de Carballo corra la misma suerte que la mayoría de los del resto de la comarca y de Galicia, que acaba convertido en un elemento residual del tejido comercial de la localidad.