El convenio de limpieza de franjas contra el fuego pincha en Carballo

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

BASILIO BELLO

La Xunta desbrozará las proximidades del casco urbano si no lo hacen los dueños

09 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

A principios de junio, el conselleiro de Medio Rural, José González, acudió a Carballo para reunirse con los propietarios de terrenos en los alrededores del casco urbano, en la parroquia de San Xoán. Los reiterados incendios que se producen en zonas como el Monte do Carme, A Grela o A Colina alertaron a la Xunta, ya que se declaran junto a núcleos rurales que en realidad son (no todos) asentamientos originalmente marginales, lo que no rebaja el nivel de riesgo, pero explica el motivo por el que, por el momento, no se ha firmado ningún contrato para la eliminación de la maleza.

El Concello de Carballo, según el concejal Luis Lamas, tiene cartografiadas cada una de las parcelas que forman esa franja, de 50 metros en torno a las viviendas, que la Xunta pretende convertir en un cortafuego. En teoría, basta con que cada uno de los dueños firme el acuerdo para que sea Medio Rural el que proceda a la limpieza, al módico precio de 17 euros por hectárea.

En la media gallega, según la propia consellería, el cumplimiento es de entre el 20 % y el 30 %, pero en Carballo, el proyecto no da arrancado, probablemente por las especiales características de alguna población en las zonas afectadas. El conselleiro aseguró ayer que se trata de un plan pionero al que hay que dar algo de tiempo.

La climatología mantiene a raya los incendios

El conselleiro e Medio Rural, José González, dio gracias ayer a la climatología. «Historicamente, o mércores foi o segundo 7 de agosto que non houbo ningún lume en Galicia», señaló. La política de limpieza de franjas y de desbroces que puso en marcha la anterior conselleira todavía no ha tenido ocasión de ser probada, pero ha dado trabajo a numerosas cuadrillas y empresas y hay mucha más seguridad ante un eventual fuego. En toda la comarca se nota una mayor limpieza, acometida por parte de los particulares o de la propia Xunta de Galicia.

La idea de proteger los entornos de las aldeas ha tenido mucho más éxito fuera de la Costa da Morte, donde entre las zonas de más riesgo únicamente está el entorno de Carballo.

Los concellos también han mejorado notablemente el control para el cumplimiento de las medidas contra los fuegos. Para conseguir recuperar la variedad arbórea está precisamente el secadero que visitó el conselleiro y sobre el que el Concello de Carballo tienen intereses ya que hace años que caducó la concesión y debería revertirse la situación.