La villa acogió una nueva edición de esta cita con el folclore
14 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Donald Shaw, miembro fundador de Capercaillie, hablaba hace un par de años del gran «lenguaje universal» que es la música, de cómo los gaiteiros son capaces de entenderse en un mismo idioma, ya sean de modestas asociaciones o de grandes grupos. Capercaillie fue la actuación estelar del Festifolk 2017, pero el eco de sus palabras resuena aún hoy.
Carballo acogió ayer una nueva edición del Festifolk, promovido por el Concello y La Voz de Carballo y con el patrocinio del Grupo Calvo. Los coruñeses Pan Sen Fron (Pandeireteiras Sen Fronteiros) abrieron la velada con un repertorio multicultural que la agrupación ha ido configurando a partir de sus viajes a diferentes puntos del Mediterráneo. Tal y como explicaba a La Voz su director, Xurxo Fernandes, Pan Sen Fron busca sinergias entre la tradición oral gallega y otras músicas de pandereta de todo el mundo. El resultado, de lujo.
Tras el concierto llegó el culmen de la jornada, el desfile de los grupos de gaiteiros. «Unidos por un mesmo son» iniciaron la comitiva Inllar de O Couto (Ponteceso), Adro de Baio y Churía (Zas), Trubisquiña (Vimianzo), O Son do Castro (Cabana) y la Banda Municipal de Gaitas y Arume de Verdillo (Carballo), que pusieron punto y final al recorrido en la Praza do Concello, donde se les fue entregado el premio de Gaiteiros do Honra 2019 a Paulo Nogueira, Magoia Bodega y Xaquín Xesteira, tres históricos del grupo Treixadura, cuyo concierto pondría más tarde el punto y final a la cita. Una jornada de emoción, una «xuntanza» de gaiteiros que alimentó la creatividad cultural en la comarca y en la que se fio, de nuevo, la música de país a sus guardianes más valiosos.