«O cura axudaba aos pobres e ensinaba a ler e escribir»

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

FOTOS CON HISTORIA | Hace 36 años se estrenaba en Prearada (Sofán) la escultura en honor del sacerdote Antonio Carracedo Viña

30 jun 2019 . Actualizado a las 11:39 h.

La foto. Fue realizada el 10 de agosto de 1983, coincidiendo con el último día de las fiestas de Sofán, en Carballo. Era la inauguración de la plaza de San Antonio, en el lugar de Prearada. La plaza, en realidad, es todo un conjunto de elementos, en los que destacan la escultura dedicada al cura Antonio Carracedo Viña, el cruceiro a pocos metros, todo el entorno ajardinado, y posteriormente un parque infantil. En ese lugar, desde entonces, hay siempre fiesta para despedir las de la parroquia. En su momento (incluso con los ojos de hoy) la transformación del lugar fue un ejemplo extraordinario de trabajo vecinal.

Los protagonistas de la inauguración. Quien corta la cinta es el alcalde de Carballo, José Sánchez Vilas. Las dos niñas son Fátima Raquel García Cristóbal, que en la actualidad vive en Estados Unidos por motivos de trabajo del marido (su residencia habitual es Suiza) y su prima hermana María José Souto Cristóbal, presidenta de la comisión de fiestas de Carballo. El párroco en primer plano es el joven Isolino Esmorís. A la derecha, Eliseo García Boquete, impulsor de las reformas, y más a la derecha, el entonces concejal Adolfo Varela. Los otros curas son José Álvarez Cabeza, Manuel Cambón, Diego Ríos (titular entonces de la parroquia de Sofán) y José Esmorís.

ANA GARCIA

La historia. En el lugar de Prearada (Sofán), una curiosa escultura llama la atención a todos los que pasan por la carretera: el busto de un hombre sobre un carro de los de antes (las proporciones no son exactas, para destacar la figura del homenajeado), todo ello en piedra. Al lado hay un precioso cruceiro, pero los ojos se van para el primer conjunto. Al carro no le falta detalle: chavella, pioghas, cabezal, caínzas... El trabajo es obra de un famoso escultor de Mesía afincado en Santiago, José Cao Lata, discípulo de Asorey. Fue elaborado todo a cincel en su taller, aunque las bases pétreas, tanto la del carro como la del cruceiro, procedían de un monte cercano. La del carro no fue fácil de traer, y se necesitaron ocho tractores para arrastrarla.

El impulsor de todo ello fue Eliseo García Boquete, que vive a unos metros. Quiso transformar el estado de aquella zona de titularidad comunal, que desde finales de los setenta era casi una escombrera, un terreno de no poca extensión sin uso al que se le debía sacar más provecho. Aunque hubo algunas reticencias iniciales, en pocos días todos vieron que lo que se quería hacer redundaba en beneficio de todos, y el apoyo acabó siendo general, con todo lo que eso implica: arrimar el hombro. Aunque el impulso y decisión de Eliseo fue crucial. Pidió ayuda al alcalde, José Sánchez Vilas, y la obtuvo, pero aun así él mismo le echó muchas horas de arreglos, limpiezas, plantaciones...

Cuando hubo que decidir cómo se coronaba el gran cambio de esa parcela, tras consultarlo pensó en Antonio Carracedo. Natural de Rus, fue cura de Sofán desde 1917 hasta 1958. «Era un home moi bo. Miraba por todo o mundo. Axudaba aos pobres e ensinaba a ler e escribir», recuerda García. En la época de la guerra civil, cuando lo perseguían se protegió en un alpendre de Prearada, precisamente. Así que no hubo duda en que aquel espacio tenía que ser para él, tanto la escultura como la plaza en general, que lleva el nombre de San Antonio en su honor. El detalle del carro no es casual: en la última etapa de su vida, como ya no podía moverse a la grupa de un caballo, se trasladaba en el carro, que guiaba un vecino de Artes. El Concello se encargó de sufragar todos los gastos.

Aquel día de la inauguración fue una gran fiesta, que continúa en la actualidad. Isolino Esmorís, párroco de Montemaior, Golmar, Cabovilaño y Soutullo, que vive en Sete (Sofán) fue uno de varios los sacerdotes presentes, y esta semana quiso recordar aquella jornada tan llamativa.