La gestión tributaria electrónica despegará justo al inicio del mandato en Carballo

Las campañas y los programas electorales suelen pasar por alto los aspectos básicos de gestión municipal, el día a día. Son temas técnicos, incluso áridos, pero que afectan a la vida diaria de casi todos los vecinos, que al menos una vez al año (o muchas) se topan con ellos. En Carballo ocurre lo mismo: no aparecen propuestas directas en los anuncios de los partidos, como no sea la intención, genérica, de mejorar la prestación de servicios. Claro que no siempre fue así: durante mucho tiempo, el Fórum ocupó una buena parte del debate político a cuenta del ofrecimiento a la Xunta para que llevase a este inmueble de A Milagrosa sus oficinas relacionadas con el empleo y otras áreas, y ya se ha hecho. Es un lugar que ya forma parte de la vida administrativa local y poco más se puede hacer en él, salvo incrementar su oferta.

Lo que sí puede hacer el Concello es tener más personal en la oficina técnica municipal. El alcalde se ha quejado en más de un pleno de que el volumen de contratación es tan alto (de los mayores de Galicia, según los datos de Apecco), que el personal se queda escaso. Lo reiteró ayer la responsable del área, Milagros Lantes, en el sentido de que hay menos trabajadores que en otros concellos equivalentes o incluso menores. ¿Afecta eso a la tramitación, licitación y adjudicación de obras? De las pequeñas, no. Para las menores, con una comunicación previa de que se va a realizar, si en quince días el solicitante no recibe ninguna indicación al respecto, o alguna reclamación, ya puede comenzar. Como regla general, dos semanas bastan.

En cuanto a los grandes proyectos, más personal los agilizarían más. «Pero non temos moitos retrasos, porque a xente traballa moito e moi ben. Está todo moi repartido, cada un ten o seu tema e lévao perfectamente, e avánzase bastante», explica la concejala. Claro que si la cuestión para ir más rápido depende solo de tener más empleados, basta con contratarlos, habida cuenta de la buena salud económica municipal. Tampoco, explican desde el gobierno local, dadas las actuales limitaciones de gasto y por tanto de contratación. Algo sorprendente si se tienen en cuenta que las arcas municipales tienen más de 12 millones que no se pueden tocar, un tema que ya trasciende a la mera gestión y requiere de un cambio normativo que depende del Estado.

Con todo, dentro del ámbito de la gestión, en este segundo semestre del año, que será el primero del quinto mandato de Evencio Ferrero como alcalde, comenzará a operar la nueva ordenanza fiscal que simplifica y aclara trámites. Anunciada públicamente en marzo, aprobada ya (en el pleno, y publicada en el BOP), aún no se aplica, según explicó la responsable el área, Belén Lendoiro, porque antes habrá que realizar adaptaciones internas. Irá ligada a una nueva aplicación informática, que simplificará los trámites burocráticos de los usuarios. Todo deberá estar en coordinación con la oficina de recaudación municipal. En todo caso, significará un enorme paso adelante en la administración electrónica, algo de lo que lleva casi 20 años hablándose, pero en lo que a la hora de la verdad ha habido escasos avances, incluso sectoriales. A ver ahora.

Una buena parte de los retrasos vienen derivados de permisos autonómicos

La relación de los vecinos con la Administración local tiene múltiples aspectos: desde una simple consulta del padrón, altas y bajas, cuestiones tributarias, numerosos aspectos urbanísticos.... Es aquí donde más retrasos se pueden producir, pero a menudo esas esperas vienen derivadas de permisos que tienen que ver más con la Administración Autonómica que con la local. Como explican fuentes municipales, trámites que tienen que ver, por ejemplo, con Augas de Galicia (muchos: obras con ríos cercanos, zonas inundables...) o Patrimonio suelen dilatarse semanas o incluso meses. Y eso afecta a todos, tanto a obras impulsadas por el Concello como a las que realizan los particulares. Un cambio de tejado cerca de un regato, por ejemplo.

Consellos parroquiales

A falta de medidas concretas de aproximación a los ciudadanos de la administración, lo más parecido, por lo inmediato y eficaz, son (están siendo) los consellos parroquiales. En la zona rural está siendo la mejor manera de canalizar peticiones, obras mayores y menores, y solventar dudas con el alcalde y otros concejales en cada localidad. Un reto para el mandato que ahora empieza es consolidarlos, lo que parece factible, e incluso avanzar hacia los de barrio, en el casco urbano, como tan insistentemente ha solicitado Terra Galega.

«Abrir é sinxelo, pero hai peches que non me gustan»

Chisco Ramos regenta ahora A Esmorga, y antes tuvo otro negocio en la plaza. «Abrir un negocio é sinxelo, pero non estou moi dacordo con outras cousas. Por exemplo, a maneira de xestionar determinadas licenzas, determinados peches de negocios que crean riqueza non me gusta como se teñen feito», dice.

«Poñer en marcha algo é moi engorroso»

Damián Espasandín ha abierto dos locales deportivos en Cee y en Carballo. En el primero lo hizo todo, en el segundo lo cogió en alquiler, así que ha visto dos mundos. «Poñer en marcha algo é tremendo, engorroso, que se falta iso, o outro, moita normativa sectorial, mil cousas... Aquí en Carballo xa non fixen nada», dice.

«Funciona bien, pero también hay una de arena»

El abogado Bernardo Silva también realiza constantes gestiones. «Este concello funciona razonablemente bien, de cara al público y en la gestión de incidencias. Pero hay una de arena, en sanciones y limitación de derechos. Puede haber 150 denuncias en una calle y no pasa nada, y una sola en un bar y se cierra al momento».

«No Concello facilitáronme todo»

José Manuel Canedo está acabando de montar, en sociedad, un nuevo bar en la calle Coruña: 8 Bar. Abrirá el día 18. Tiene más negocios, así que ha pasado por los trámites muchas veces. «A min, no Concello facilitáronme todo. Foi todo moi rápido, sen retrasos, con boa atención. Non podo dicir nada malo», explica.

«A normativa é complexa, e cada caso, distinto»

Fernando Añón Pose tiene que lidiar constantemente con todo tipo de licencias y papeleos. No le gusta simplificar. «A normativa é complexa, cambia moito, e cada caso, distinto, non é igual obra nova que rehabilitar...». Con todo eso, y más, asegura que los trámites en Carballo se realizan bien, sin problemas.

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