La firma carballesa que triunfa en las renovables

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

BASILIO BELLO

IDM Pereira surgió en plena crisis, ya factura un millón de euros y genera 18 puestos de trabajo. La empresa, con sede en Bértoa, acaba de ampliar sus instalaciones

09 jun 2019 . Actualizado a las 05:09 h.

«Los 30.000 euros que pusimos en su día para constituir el capital social los liquidamos en una semana en inversiones». Manuel Pereira Freire todavía recuerda, nueve años después, cómo puso en marcha IDM Pereira. «Fue en el 2010, en plena crisis económica. Soy de los que digo que en las crisis es cuando hay que echarle ganas e ingenio. Nosotros empezamos de cero, pero con mucha ilusión, tesón, voluntad y ganas de hacerlo bien».

Claro que Manuel Pereira Freire conocía ya entonces todo lo relacionado con el sector de las instalaciones, desarrollo y montajes, ya que su padre, Manuel Pereira, fue fundador en su día de la empresa carballesa Ifecgas.

IDM Pereira se montó en el polígono de Bértoa, uno de los grandes referentes industriales de Galicia en lo que a asentamiento de nuevas empresas se refiere: «Quería que fuera en Carballo porque soy de Carballo y apuesto por este concello», explica.

Los primeros tiempos fueron duros: «Fue una época, la de la crisis, complicada. Años difíciles, sobre todo el 2014, con un fuerte retroceso, pero a partir de aquel ejercicio crecimos sin parar». Hasta tal punto que el informe Ardán situó a IDM Pereira entre las de mayor crecimiento en facturación de la comunidad gallega: «Logramos avances de más de un 25?% en cada uno de los tres últimos años», lo que sirvió para que el Ardán etiquetara a la firma como «empresa gacela».

IDM Pereira facturó en el 2018 un millón de euros y da empleo en la actualidad a 18 personas. La actividad principal es la instalación de fontanería y electricidad, climatización y calefacción, así como ingeniería de proyectos en renovables, el nuevo nicho de mercado. De hecho, el empresario carballés acaba de completar la ampliación de la nave, que ha pasado de 450 a 700 metros cuadrados construidos.

Diversificación

Una de las claves del éxito de IDM Pereira ha sido la capacidad para diversificar la cartera de clientes y de actividades, todas ellas relacionadas con la obra pública. Así, la firma bergantiñana desarrolla tres líneas de trabajo: con empresas del ramo de la construcción; con compañías de la rama industrial; y una tercera vía que consiste en la ejecución directa de obra pública mediante procesos de licitación ofertados por concellos gallegos como Oleiros, Santa Comba o Cambre.

Boca a boca

«Estamos especializados en obra pública, como la instalación de sistemas en campos de fútbol, piscinas o centros educativos, pero también optamos a diferentes obras que ofertan los ayuntamientos». La clave del éxito de su empresa radica «en el trabajo, la seriedad, la responsabilidad, y el trabajo bien hecho», esgrime Manuel Pereira, quien añade: «Nosotros no invertimos en publicidad, la clientela que tenemos es gracias al boca a boca, a la seriedad con la que trabajamos y a la puntualidad en los plazos de entrega. Y la verdad es que nos va muy bien».

Tiene claro que las energías renovables se han convertido en un filón, un nuevo nicho que no para de crecer: «Todo lo que tiene que ver con la eficiencia energética está en pleno auge. Las instalaciones de calderas de bajo consumo son todo un éxito, así como todo lo que tenga que ver con las subvenciones procedentes de las diferentes administraciones».

Sobre su visión a medio plazo, Manuel Pereira considera que en un futuro no muy lejano habrá un déficit de mano de obra especializada: «Ahora hay expertos en redes sociales, en informática y en Internet, pero cada vez salen menos instaladores y la verdad es que hacen falta y en un futuro, más, porque el tema de las renovables está ahí». Y concreta: «No somos capaces de encontrar personal especializado y cualificado, chavales con preparación específica en el sector de las instalaciones y los montajes. Existe, desde mi punto de vista, un desplazamiento de la mano de obra a todo lo que tiene que ver con las nuevas tecnologías, pero apenas hay un relevo generacional para los instaladores profesionales. Sobre todo, gente preparada, con ganas de trabajar y con ganas de hacerlo bien».