Los robos regresan al polígono de Bértoa justo un año después

Santiago Garrido Rial
S. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

ANA GARCIA

Los ladrones practicaron butrones en el techo en tres naves y entraron en dos

14 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace justo un año, en mayo del 2018, los empresarios del polígono de Bértoa, en Carballo, denunciaban la inseguridad a la que estaban sometidos tras diversos robos, tanto en esas fechas como en semanas anteriores. Tras doce meses más o menos tranquilos, con la lamentable excepción de los frecuentes robos de gasóleo en camiones (el empresario Ramón Rama denunciaba hace poco la pérdida de miles de euros por estas actuaciones en su flota, y no fue la única), la oleada ha regresado. De momento, y que se sepa, concentrada este fin de semana en al menos cuatro naves. Y en todos los casos los cacos accedieron por el techo. En la nave de Carpoga rompieron una ventana superior para acceder. Bajaron, se llevaron material de oficina y un furgón cargado de herramientas de carpintería. Una portavoz de la empresa explicó ayer que al menos la Guardia Civil ya ha recuperado el vehículo. Fue en la provincia de Lugo, no lejos de Guitiriz. Los agentes los localizaron en una salida de la autovía, y los ocupantes se dieron a la fuga.

Que hubiera trascendido, ayer por la tarde seguían las pesquisas. Esta empresa carballesa tuvo suerte, ya que también portaban las herramientas. Finalmente, fue más un contratiempo y un susto que una pérdida. Al mismo tiempo, centenares de personas compartieron, vía redes sociales, la imagen de la furgoneta, por si la veían. Pero esta opción ya no fue necesaria.

Esa misma noche entraron a robar en la nave de Distribuciones Seoane e Hijos, también en Bértoa. De nuevo, por el techo. «Se las saben todas. En las cámaras se ve cómo acceden, trepan, escalan, parecen gimnastas. Eran profesionales», explica una de las responsables. Incluso burlaron la alarma, que no saltó.

Una vez en el tejado, realizaron un agujero para entrar. Dentro de la mala suerte de la acción, los dueños tuvieron suerte, ya que no llovió. El agujero estaba justo sobre las cámaras frigoríficas, y con agua encima los daños podrían haber sido cuantiosos.

Una vez dentro del recinto, se llevaron el dinero que encontraron. «Fueron a lo rápido», explica esta responsable. Cambio y sobrantes de los repartidores, pero no mucho. Una vez concluida la inspección, escalaron y se fueron por donde entraron. El butrón tendrá unos dos metros cuadrados y ayer ya estaba en pleno proceso de reparación.

En Induplan también lo intentaron, pero la cosa se quedó en dos huecos en el techo en una de las dos naves anexas de la empresa, de unos 20 centímetros de diámetro. Se ve que abrieron el tejado para ver qué había dentro, no les interesó o no vieron factible aprovecharlo y se fueron, o eso es lo que se puede deducir. Los dueños y trabajadores descubrieron ayer esos huecos, así que no saben qué día de la semana fue, pero seguramente coincida con los anteriores. Justo al lado, en Cash Récord, se pudo ver otro butrón en el techo, pero no consta que accedieran para llevarse ningún artículo.

«A xente está preocupada», dice la comunidad

Juan Carlos Fernández Cancela, secretario de la comunidad de propietarios del polígono de Bértoa, que al igual que al gerente de la entidad le toca lidiar día a día con todos loa asuntos que afectan a sus socios, son también buenos medidores del ambiente que se respira con estos hechos.

«A xente está preocupada. Normal, porque xa había tempo que non se xuntaban así tantos roubos ou intentos de roubos», señalaba ayer. Urge a tomar medidas, aunque por experiencia sabe que, aunque llegan, llevan su tiempo. A veces, mucho.

El cierre llegará el 1 de junio, y la vigilancia con cámaras, más adelante

El día 1 de junio comenzará el cierre nocturno de las dos fases del polígono. Tiene tres entradas y salidas: la de la segunda fase, que da al acceso a la autovía, y las dos situadas a ambos lados del vivero de empresas. La principal será la que se habilite para los vehículos que deban pasar. La barrera va justo tras la gasolinera de 24 horas, así que quienes lo deseen podrán acudir a ella sin necesidad de que le abran. Los demás usuarios tendrán que usar el interfono, y se les subirá la barrera desde dentro, previa comprobación. Eso será todos los días, entre las 00.00 horas y las 06.00 de la mañana. Una medida simple, pero que ha costado casi cuatro años de gestiones, señalaba ayer el secretario de los empresarios. Más adelante, cuando haya presupuesto, se habilitarán tarjetas específicas y se automatizará la barrera de la zona nueva.

Para las cámaras de vigilancia habrá que esperar a que el Concello asuma las ya instaladas y las destine a vigilancia del tráfico rodado. Hay que esperar.