«O CCA tivo moito que ver nos cambios que se deron en Carballo a nivel urbanístico»

M. López / A. García CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

Ana Garcia

Fotos con historia | La entidad alcanzará el año que viene la mayoría de edad y, aunque ahora goza de gran salud, los inicios no fueron fáciles

24 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La foto

Septiembre de 2002 fue un mes clave para el Centro Comercial Aberto de Carballo. Tras más de año y medio de trabajo, el día 20 de ese mes era presentado en la Casa da Xuventude un proyecto por el que la asociación Axober peleó para hacer frente a los grandes retos que estaba afrontando el tejido comercial carballés, retos encabezados por la presión ejercida por las grandes superficies. Fue un auténtico ejercicio de fe: lograr que los empresarios diesen un voto de confianza a una idea intangible, un iluso proyecto. Pudo salir mal, pero lo cierto es que, a día de hoy, caminan ya hacia la mayoría de edad.

J.M. CASAL

Los protagonistas

De izquierda a derecha, en la foto antigua: José Seoane (tesorero), Jesús Añón (secretario), Mari Carmen Freire (gerente), Edelmiro Calvelo (vicepresidente) y José Manuel Remuiñán (vocal). También miembros de aquella primera directiva, aunque no fueron capturados en la instantánea en cuestión, eran: José Fernández (presidente) y José Antonio Varela (vocal). Desde su fundación, en el año 2002, el Centro Comercial Aberto de Carballo únicamente ha tenido otros dos presidentes: Jaime Viqueira (2005-2017) y Ricardo Pallas, actual cabecilla de la asociación, que relevó a Viqueira en junio de 2017.

Ana Garcia

La historia

Corría el 2001 y en Carballo acechaba la perturbadora idea de la implantación de no uno, sino de dos centros comerciales en la localidad, lo que pintó de gris el panorama para empresarios de toda la vida. «Había bastante psicose, é certo, como se iso fose a supoñer a fin do comercio tradicional», apunta Mari Carmen Freire.

Ella fue una de las impulsoras, en el marco de la asociación de jóvenes empresarios (Axober), del proyecto del Centro Comercial Aberto, una iniciativa nacida para unificar a todo el tejido carballés y plantar cara a las fuerzas ejercidas por los gigantes: «Naquel momento metíannos moitísima caña os centros comerciais, fastidiábannos ben», coincide José Manuel Remuiñán, otro de los miembros de esa primera directiva del CCA, junto con José Fernández, José Antonio Varela, José Seoane, Jesús Añón y Edelmiro Calvelo.

Todo surgió, más o menos, a inicios de 2001, cuando fue encargado un informe de viabilidad a una empresa especializada para detectar los puntos fuertes, las necesidades y las amenazas que atenazaban al comercio. La principal conclusión extraída de este informe fue la necesidad de impulsar un plan urbanístico específico para la localidad, y conseguir más aparcamientos: «O CCA tivo moito que ver nos cambios que se deron en Carballo neste aspecto, como esas primeiras peatonalizacións que tan polémicas foran no seu día, pero que agora as vemos como algo natural», afirma Mari Carmen.

Convencer a los comerciantes para confiar en el proyecto y asociarse no fue tarea fácil, un auténtico «quebradeiro de cabeza», recuerda la primera directiva: «Fomos porta a porta, e nalgún comercio dixéronnos: ‘‘Oi... Vós algo gañaredes con isto’’», recordaba Jesús Añón hace un par de días. «Ao final, estabamos pedindo cartos para algo intanxible, para unha idea», coincide José Manuel Remuiñán, aunque las cosas no acabaron saliendo tan mal como creían: «Ao principio eramos pouquiños, pero acabamos sendo uns douscentos».

Hubo momentos buenos, y otros no tan buenos. Agradecen la ayuda y apoyo de todas las Administraciones que se volcaron con el proyecto, pese a que muchos trataran de teñirlo de un solo color: «Esta asociación foi sempre apolítica, e viuse co tempo», dice la gerente.

Coinciden en señalar que lo más difícil está ya hecho, y que con 17 años de probada andadura, «agora xa case circula só». Se comprobó que efectivamente era posible que el pequeño comercio conviviese con la gran superficie -incluso con el boom de centros en A Coruña- aunque ahora se enfrentan a una nueva amenaza: el auge de las ventas electrónicas. «O comercio é tan antigo como a civilización. Eu creo que se sobrevivimos todo este tempo, habemos atopar solucións para estes retos que agora se nos presentan. Tanto rigor, ilusión e esforzo teñen que dar froito», dice, positiva, Mari Carmen Freire.