Las asociaciones de alzhéimer crecen y refuerzan la prevención precoz

Joel Gómez / M. L. REDACCIÓN / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

Suso Villar, presidente de Afaber, explicaba recientemente la necesidad de encontrar un local mas grande para que la entidad pueda prestar servicio
Suso Villar, presidente de Afaber, explicaba recientemente la necesidad de encontrar un local mas grande para que la entidad pueda prestar servicio BASILIO BELLO

Afaber, que lleva casi 20 años en Carballo, necesita un local más grande para seguir

11 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Con un completo programa de actos, la asociación compostelana Agadea empieza a conmemorar su 25 aniversario. Fue la primera entidad que ofreció servicios a personas con alzhéimer y sus familias en la provincia, y pionera también en Galicia, en el primer trimestre de 1994. A finales de 1995 emergió Afaco en A Coruña; en 1997 Afal, en Ferrol; y en 1998 comenzó a germinar Afaber en Carballo, que se constituyó en el 2001.

Las cuatro asociaciones han crecido, y en los últimos tiempos han ido naciendo otras nuevas, como la ceense Afafes, que acaba de estrenar local y presta servicio en las comarcas de Fisterra y Soneira. Destacan las actividades para potenciar la prevención y apoyar a personas en fases precoces, cuando comienzan a notar síntomas de demencia. Pero también resalta la ampliación el alcance de zonas rurales.

Agadea dispone ahora de centros en Santiago, Ribeira, A Estrada, Vedra y Boqueixón, y atiende a 450 personas, con una plantilla de 33 profesionales, 32 de ellas mujeres. Afaco tiene un centro de día en el barrio de Las Flores, y centros terapéuticos en Parque San Diego y en la calle Salvador de Madariaga. Afal gestiona un centro de día propio y otro público de alzhéimer en Ferrol, y llega con sus servicios a Pontedeume, Ares, Cedeira y Narón, en total a unos 130 usuarios, señala su directora asistencial, Noelia Ríos. Y Afaber tiene su sede en Carballo, aunque atiende a personas en Malpica, Ponteceso, Coristanco, Cabana de Bergantiños, Corme y A Laracha, indica Bea Crespo, terapeuta ocupacional.

La asociación carballesa atraviesa, sin embargo, una situación complicada, pues precisa con urgencia de un nuevo local, más grande y con las instalaciones necesarias para prestar este tipo de servicios. Como mínimo, señalaba recientemente su presidente, Suso Villar, necesitan un local de 250 m 2, que es lo que fija la ley para este tipo de entidades.

«Un mundo descoñecido»

En Agadea son ahora 390 personas asociadas: «este número varía, pois as persoas piden a baixa cando deixan de usar os servizos. Moitas familias contactan con nós porque especialistas en neuroloxía recomendan terapias non farmacolóxicas para algún familiar. Comezamos con persoas que aínda están ben, e coas actividades que lles ofrecemos pretendemos ralentizar os efectos da demencia. Os nosos profesionais, psicólogos, fisioterapeutas e terapeutas ocupacionais, fan informes completos sobre a súa evolución nas actividades, que son moi apreciados polos especialistas da sanidade», afirma Isabel Gey.

Las familias, sostiene Gey «ven a demencia como un mundo descoñecido; moitas veces para o primeiro contacto veñen varias persoas e procuramos suavizar a situación, coa máxima información e resolvendo dúbidas. Cada avance da demencia é un novo impacto na familia e supón novas dúbidas e problemas», afirma.

Las asociaciones atienden «conxuntamente á persoa coa doenza de alzhéimer ou outra demencia, e a quen a coida. A maioría de coidadores son mulleres e moitas veces reparten o tempo en máis dunha persoa, pois atenden a unha nai ou a unha sogra, e a un tío ou a outra persoa próxima, e non sempre teñen facilidades, sobre todo se traballan».El problema, enfatiza, es cuando la persona afectada presenta problemas de conducta que exigen su derivación a neurología o psiquiatría, pues hasta que los supera no se reintegran a las actividades de la asociación «e cando regresan é un alivio para a familia, que queren non perder o ritmo e as rutinas», sostiene. Desde estas asociaciones reprueban la falta de geriatras en la provincia, a pesar del progresivo envejecimiento de la población.