La lotería deja en la comarca cientos de miles de euros en pedreas y terminaciones

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

BASILIO BELLO

En Alexandra, Carballo, ya repartieron más de 600.000 euros en premios menores

24 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Como si de un delantero centro se tratara, la suerte regateó este sábado a la Costa da Morte. No fue precisamente la idílica jornada del 2007, 2012 o 2014, ni mucho menos. El sorteo de la Lotería de Navidad se saldó el 22 de diciembre apenas con un décimo premiado con el gordo en Baio y un par de billetes de sendos quintos, en Cee y Coristanco. Los tres vendidos por terminal.

Sin embargo, una vez pasada la resaca del también llamado día de la salud tocaba revisar los décimos y resulta que entre pedreas, terminaciones y otros premios menores, las administraciones y otros despachos de la Costa da Morte repartieron cientos de miles de euros en premios.

BASILIO BELLO

En la administración número 2 de Carballo, Alexandra, repartieron más de 600.000 con apenas tres números, tal y como apuntó su responsable, María Eirís: «Vendimos la serie completa, 1.700 décimos, del 75315, que son 170.000 euros. También fueron 170.000 euros del número 45011 y otros 120.000 de 600 billetes del 67711, a los que hay que sumar otros premios pequeños. Pero solo de estos tres números son casi medio millón de euros y ya llevamos toda la mañana pagando devoluciones y pedreas, por lo que ya hemos superado los 600.000 euros».

Como curiosidad, el que un cliente de Madrid quisiese cobrar en la administración número 2 de Carballo los 6.000 euros de un décimo de un quinto premio. María Eirís envió al afortunado al banco: «Nosotros no podemos pagar más de 2.000 euros en un premio. A partir de ahí, hay que ir a un banco para cobrar el dinero». No fue el único caso.

En la administración número 3 de Carballo, situada en la rúa da Estrela, otro cliente, vecino de Carballo, quiso cobrar otro décimo premiado con un quinto premio y, como en el caso anterior, fue remitido a una sucursal bancaria. En este despacho, que cambió de manos en el mes de mayo, estaban ayer encantados con este primer sorteo navideño. Y eso que la suerte, por desgracia, les fue esquiva: «Un quinto premio fue para el 29031 y nosotros jugábamos el 99031. Aún así estamos muy contentos de esta primera experiencia». Y no les debió ir nada mal porque el goteo de clientes ayer, coincidiendo con domingo de feria, fue constante durante toda la mañana.

BASILIO BELLO

Sorteo de Reyes

Y prueba de que Carballo continúa manteniendo la reputación intacta en esto de repartir la suerte, es que las ventas para el sorteo del Niño han arrancado de manera espectacular. María Eirís no paraba ayer de vender billetes, la mayoría canjeados con decimos premiados del sorteo de Navidad. Los loteros prevén una buena campaña, como apuntaron también en la administración de la rúa da Estrela: «No paramos en toda la mañana y esperamos que siga así hasta el día del sorteo». Por cierto y para los supersticiosos: el primero, el tercero y dos quintos premios recayeron en números bajos: 03347, 04211, 02308 y 07568. Y de los pronósticos de los cuatro loteros de Carballo encuestados para el sorteo de Navidad solo acertó Enrique Lado, de la número 1 de O Hórreo, quien dijo que el gordo del 2018 acabaría en la cifra 7. ¿Acertará de nuevo en Reyes?

«Estamos muy contentos y para Reyes esperamos buenas ventas»

Ignacio Mourelle no paraba ayer por la mañana de atender a los numerosos clientes, que se acercaban hasta la administración número 1 de Carballo, situada en la rúa de O Hórreo, para cobrar sus premios menores o cambiar los décimos por otros para el día de Reyes: «Estamos muy contentos de cómo fue el sorteo de Navidad. Vendimos mucho y solo tenemos la lástima que no haber dado un gran premio, aunque sí hemos repartido muchos pequeños». Ignacio Mourelle citó, por ejemplo, los 120 euros de las tres últimas cifras del 94347, o los cien euros del 85511.

«Un cliente cobró 30.000 euros en un montón de billetes premiados»

Esther Barca y su marido, José Antonio Padín, regentan un negocio en la Gran Vía de Carballo, donde despachan billetes por terminal. Esther estaba ayer muy satisfecha de las ventas navideñas de lotería. Y puso como ejemplo el caso de «un cliente, que no era de aquí, que cobró 30.000 euros en un montón de billetes que tenía premiados con terminaciones y devoluciones». Añadió: «Eran muchos décimos, no sabría decir la cifra exacta, pero los no premiados acabaron en la papelera, y eran unos cuantos», relató ayer a modo de anécdota.