Nuevas luces para la renovada calle del Sol de Carballo

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

ANA GARCIA

Una de las principales arterias de la localidad estrena pavimento y servicios. Ahora parece una gran plaza

01 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

A las 17.22 horas de ayer quedaba inaugurada la renovada Rúa do Sol de Carballo. Al contrario que hace años, no hubo acto formal de ningún tipo. Todo consistió en la retirada, por parte de un operario, de las vallas que impedían el paso. Tras unos segundos de vacío, tal vez para que algunos conductores tanteasen si se podía pasar o no, un todoterreno Kia no lo dudó y fue el primero en estrenar el nuevo pavimento. Le siguió un BMW y después un Volkswagen. Y de repente el paso de los coches se hizo lo más normal, diciendo adiós a cinco meses de obras que han tenido la calle cortada, justo desde que se acabó el San Xoán. Todo sin épica, ni confeti, ni palabras, ni apenas vecinos.

Algunos sí que estaban observando, como Juan Fraga de la tienda Manualidades Chelo y Lujos Platería. Palabras concisas a la hora de valorar el resultado: «Impresionante». Puestos a que busque algún defecto, cree que la falta de papeleras, pero esa es una carencia temporal, porque tanto estas como los bancos, encargados a los alumnos del Fórum, llegarán en breve. También está muy satisfecho con la empresa que ha ejecutado las obras, Vázquez y Reino: «Un 100 %, non: un 300.000 % de bo traballo», asegura. Fraga es comerciante en una calle que, en sus mejores tiempos, tuvo una actividad pujante, casi en todos los inmuebles. Ha bajado mucho. La vía no es solo importante por eso, sino por su función de entrada y salida hacia o desde el sur: hacia Ordes, Santiago, el resto de la Costa da Morte a través del barrio de A Milagrosa. Una vía crucial en la historia de Carballo, que da entrada a la Martín Herrera y la Praza de Galicia, la iglesia y, por tanto, al centro de Carballo, además de enlace con el nacimiento de la Gran Vía. Un punto estratégico que cientos o miles de conductores han echado de menos cada día en estos cinco meses a la hora de circular, siendo necesaria la alternativa de la Vila de Negreira o de seguir hacia el San Martiño o bordeando A Milagrosa. El sentido de la circulación se mantendrá como era habitual hasta ahora, en dirección a Martín Herrera. El doble sentido hace tiempo que pasó a la historia, y los tímidos intentos de algunos vecinos por revertirlo (sentido Santiago) se quedaron ahí. De momento, no habrá cambios.

El director de obra, el arquitecto Fernando Añón, que además es vecino de la zona, fue uno de los primeros que recorrió toda la calle minutos antes de que se abriese al tráfico, y también después.

Velocidad de 30 como máximo

Limitaciones. No hace falta esperar un mes para que entre en vigor la nueva ordenanza de tráfico que limita las velocidades en el casco urbano: una señal de 30 está situada en la entrada, al lado de la rotonda. La otra, es la prohibición de acceso para los vehículos de más de cinco toneladas.

Medidas. La calle mide 220 metros. La pequeña plaza situada junto a la rotonda y la vía Oriente tiene una superficie de 183 metros cuadrados. Por cierto, el primer mural de Derrubando muros con pintura, en esa medianera, sigue con la enorme brecha

Aparcamientos. Hay trece plazas convencionales y una más para discapacitados.

Árboles. A un lado, acebos. Al otro, árboles de hoja caduca..

Luces. Todo instalado, también las de Navidad.

«Quedou moi bonita, e ademais coa zona azul, que era imprescindible»

María de la Fuente, responsable de la tienda infantil Retoños, estaba satisfecha con el resultado: «Quedou moi bonita, a verdade é que me encanta, e ademais as prazas de aparcamento son de zona azul, que era algo imprescindible. Hai uns catro anos, os veciños xa o pediramos con firmas». Tantos elogios le da al resultado de la calle como a la empresa que se encargó de las obras, Vázquez y Reino: «Eficaces, atentos, colaboradores cos comercios... Se hai que poñerlles unha nota, un dez». ¿Algún pero al proyecto? «Estes cinco meses que estivemos coa rúa pechada, iso foi o peor», señala.